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Economía

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Reforma fiscal, impostergable: expertos

Las presiones de gasto son muy grandes y el ingreso no está creciendo, no hay modificaciones, no hay fiscalización que alcance, señalan.

� Adolfo Vladimir / Cuartoscuro

Las candidatas presidenciales no parecen tener entre sus prioridades una reforma fiscal al inicio del siguiente sexenio; no obstante, expertos aseguran que ésta es impostergable y necesaria debido a lo presionadas que están las finanzas públicas del país.

Plantean que lo ideal sería realizarla tan pronto como en los primeros seis meses de la siguiente administración o incluso ya en el Paquete Económico del siguiente año, debido al recorte del déficit y del gasto público que propuso el gobierno federal en los Pre Criterios de Política Económica 2025.

En una entrevista para un podcast de Banorte, Altagracia Gómez, coordinadora de desarrollo económico regional en el equipo de Claudia Sheinbaum, dijo que la candidata ha sido “muy clara” en que en los primeros años de su gobierno no habrá una reforma.

En su lugar, afirmó, habrá “muchísima responsabilidad fiscal” y no se incrementará la deuda.

Carlos Brown, coordinador de justicia fiscal de Oxfam México, dijo que el problema de los candidatos y sus equipos es que aún ven a la reforma fiscal como una opción, es decir, algo que pueden hacer o postergar en el tiempo, pero la realidad es que no es así por las crecientes obligaciones de gasto.

Dijo que sólo con las presiones que tiene el gasto público por los programas sociales (que ya están en la Constitución y que los candidatos se han comprometido a mantener) y las pensiones ante el envejecimiento de la población, las finanzas están en un punto en que la reforma resulta impostergable.

Además, a ello se le deben de sumar las obligaciones de gasto que tiene el gobierno federal, como participaciones a estados y municipios o el costo de la deuda, agregó.

“Todo eso hace que lleguemos al punto en el que resulta que la reforma fiscal no es que sea una decisión, (sino) que tiene realizarse una porque las presiones de gasto son muy grandes y el ingreso no está creciendo, no hay modificaciones, no hay fiscalización que alcance”, afirmó Brown.

José Luis Clavellina, director de investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), explicó que si bien desde hace años la reforma fiscal en México es urgente, el apremio es aún mayor por el deterioro que tendrán las finanzas este año.

Explicó que en los Pre Criterios 2025, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público estimó que el déficit público (medido a través de los Requerimientos Financieros del Sector Público) será de 5.9% durante el 2024, desde 5.4% que se había aprobado el año pasado.

“Preocupa porque para el siguiente año, para 2025, Hacienda estima que va a reducirse prácticamente a la mitad ese déficit, (y) eso requiere de un esfuerzo bastante grande por parte de las autoridades fiscales, o sea, reducir de forma tan drástica el déficit y el gasto público va a ser complicado”, detalló el experto del CIEP.

Si bien Hacienda asegura que podrá reducir el déficit porque ya no tendrá que financiar los proyectos prioritarios de este gobierno y porque los costos financieros serán menores ante la baja en las tasas de interés, el recorte del déficit será importante y podría provocar una desaceleración económica, dijo el experto del CIEP.

La falta de una reforma fiscal también implicaría que quien gane las elecciones, no tendrá tanto margen como para impulsar sus propios proyectos de infraestructura o también tendría poco margen para gastar más”, señaló Clavellina.

El director de investigación del CIEP dijo que por todo esto, lo ideal sería que la reforma se presentara junto con el próximo Paquete Económico, que si bien todavía se elaborará con la administración actual, también contará con la opinión del gobierno entrante.

Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base, coincidió en que si bien ninguna de las candidatas va a  decir la palabra impuestos, “porque eso asusta y ahuyenta votos”, definitivamente van a tener que hacer algo con las finanzas públicas porque se han deteriorado mucho.

Una reforma progresiva

Carlos Brown afirmó que la reforma fiscal debe de ser “profunda” y “progresiva”, es decir, que le cobre más impuestos a quienes más tienen, pero que a su vez le dé más a quienes menos tienen.

“Ya no pueden ser reformas estéticas que modifican pedacitos del sistema tributario, porque en realidad eso es lo que hemos hecho en el último siglo, literalmente en el último siglo fueron reformas pequeñas para tratar de sostener la viabilidad financiera de cada gobierno en el corto plazo”, afirmó.

El coordinador de Oxfam México detalló que algunos de los aspectos que se deberían de considerar en una reforma es modificar los instrumentos existentes para hacerlos más progresivos, reducir exenciones y deducciones, fortalecer las capacidades de recaudación de los gobierno locales, así como proponer nuevos impuestos ambientales.

José Luis Clavellina opinó que lo primero que se debería de revisar en una reforma fiscal es si los programas y los proyectos que tenemos actualmente son eficientes y cumplen con los objetivos para los que fueron creados.

Asimismo señaló que se podrían reformar los impuestos existentes, como hacer un Impuesto sobre la Renta (ISR) más progresivo para los deciles de mayores ingresos, revisar cuáles deducciones podrían mantenerse y cuáles no, además de revisar los productos que tienen tasa 0 del Impuesto al Valor Agregado (IVA).

sebastian.diaz@eleconomista.mx

Reportero de economía y finanzas públicas. Estudió en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.

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