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Reino Unido aplica impuesto a las bebidas azucaradas
La Federación de Comida y Bebida británica criticó este impuesto, al referir que sólo es una obra de teatro político , que costará varios puestos de trabajo en vez de combatir, realmente, la obesidad.
En la tendencia mundial por gravar las bebidas azucaradas (refrescos y jugos), George Osborne, ministro de Finanzas del Reino Unido, anunció el presupuesto anual del gobierno, en el que una de las sorpresas fue la creación de un nuevo impuesto a las bebidas azucaradas, en un plazo de dos años, para afrontar los crecientes problemas de obesidad.
Aplaudido por activistas de la salud y criticado por los fabricantes de las bebidas, Osborne declaró que la tasa que las empresas pagarán sobre la base del contenido de azúcar en las bebidas recaudará alrededor de 500 millones de libras anuales, con las cuales se pretende fomentar el deporte dentro de las escuelas.
La Federación de Comida y Bebida británica criticó este impuesto, al referir que sólo es una obra de teatro político , que costará varios puestos de trabajo en vez de combatir, realmente, la obesidad.
A su vez, bebidas y jugos que contengan leche no estarán afectados por el nuevo impuesto; las que sí se verán afectadas son aquellas que presenten al menos 5 gramos de azúcar por cada 100 mililitros. Las bebidas que presenten más de 8 gramos de azúcar por cada 100 mililitros tendrán un impuesto mayor.
Tendencia internacional
En México, desde el 1 de enero del 2014 entró en vigor el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a las bebidas azucaradas, y se decretó el pago de un peso por litro para combatir la obesidad y reducir su consumo.
En la discusión del presupuesto de este año, la Cámara de Diputados propuso una reducción de 50% en dicho impuesto a las bebidas que tengan hasta 5 gramos de azúcares añadidos por cada 100 mililitros, pero al final se desechó.
En el 2011, Hungría introdujo el primer impuesto sobre la grasa también conocido como impuesto a la hamburguesa aplicable a todo tipo de productos ricos en grasas, azúcares y sales; además, se aumentó 10% el gravamen de licores y refrescos. Lo recaudado se destina al sistema nacional de salud del país.
En el mismo año, Dinamarca aprobó un impuesto a las grasas, que grava con 16 coronas danesas por kilogramo a productos cuyo contenido de grasas saturadas sea superior a 2.3 por ciento.
Otros países que han implementado impuestos a los refrescos y bebidas azucaradas, así como a comidas grasas, como medidas para la salud, son: Francia, Estados Unidos, Noruega, Samoa, Australia, Polinesia, Fiji, Nauru, Bélgica, Argelia y Finlandia.