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Economía

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S&P rebaja calificación soberana de Chile; pone fin a 25 años de avances

"El origen principal de la rebaja es el efecto fiscal del menor precio del cobre y el menor crecimiento, tanto en el déficit fiscal como en el nivel de deuda, así también como el efecto de las demandas de gasto que hemos tenido", dijo el ministro de Hacienda de Chile.

Como el fin de una era podría definirse la acción que tomó Standard & Poor's (S&P) contra Chile. La calificadora de riesgo puso fin a 25 años de avances para el país en materias de riesgo soberano y recortó en un escalón su rating, situándolo en A+ desde AA-. La perspectiva pasó de negativa a estable .

Así, Chile pasó de la categoría calificación superior a sólida capacidad de pago en la escala de clasificación, abandonando la categoría AA en la que están Noruega, Alemania, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Corea del Sur, Inglaterra, China y República Checa. Ahora, comparte la clase A con Irlanda, Israel, Japón, Eslovenia y Eslovaquia.

Chile sigue como el mejor de América Latina, región en la que México se sitúa en BBB y perspectiva "estable", Brasil con BB y Argentina con calificación B perspectiva "estable".

La principal razón detrás del recorte a Chile, explicó el reporte de la agencia, es un prolongado período de bajo crecimiento económico que ha dañado los ingresos fiscales, lo que ha contribuido a un incremento del Estado y ha erosionado el perfil macroeconómico del país.

Esto ha resultado en un modesto incremento en la vulnerabilidad de Chile a los shocks externos , advirtió el informe.

Para la clasificadora la combinación de un aún bajo precio del cobre y niveles internos de confianza aún bajos continúan restringiendo el consumo privado y la inversión, limitando las perspectivas de crecimiento del país.

La combinación de varios años de bajo crecimiento económico y fuertes presiones políticas para incrementar el gasto en programas sociales ha contribuido al incremento en la deuda del gobierno , acotó.

Indicadores responsables

Uno de los puntos clave para que la agencia tomara la decisión de rebajar la nota de Chile apunta al deterioro en las cuentas fiscales. Y en su informe, dio varias cifras para sustentar su tesis: la deuda bruta del Fisco subirá a 25.7% del PIB este año, a 27.3% el próximo año y a 28.5% un año después. Mientras que la deuda neta (activos financieros del Estado menos deuda bruta) será de 11% del PIB este año y 15% hacia fines del 2019. Todo esto, en circunstancias en que la deuda era cercana a 0% del PIB en el 2012 , recordó S&P.

También rememoró que el país adoptó una regla de balance estructural para las cuentas fiscales en el 2001, política que ha ayudado a impulsar la predictibilidad de la política fiscal e incrementar la confianza de los inversionistas.

Sin embargo, desde el 2013, la combinación de un deprimido crecimiento y demandas políticas por un mayor gasto gubernamental en políticas sociales han contribuido a varios años de persistentes déficit fiscales, en contraste a superávit fiscales promedio de 2.3% del PIB entre el 2003 y el 2012 , argumentaron.

De hecho, la agencia proyecta que el déficit fiscal efectivo avanzará de 2.7% del PIB en el 2016 a 3.1% este año, para lentamente comenzar a decaer en los siguientes años a 2.5% del PIB en el 2019.

Otro de los argumentos es la débil expansión de la economía, que pasó de más de 5% hasta el 2013, a menos de 2% desde el 2014. De hecho, S&P prevé que la economía mejorará 1.6% en el 2017, apenas 2% en el 2018, para repuntar a 2.4% un año después.

Pese al duro análisis sobre el estado de las cuentas fiscales, S&P recalca que espera que el país mantenga su compromiso con la responsabilidad fiscal en los próximos años. La regla fiscal de Chile continuará sirviendo como una ancla política para contener las demandas por mayor gasto gubernamental , planteó la agencia, señalando que no es probable que el país aumente los impuestos en los años venideros, por lo que un potencial ajuste vendrá por el lado del gasto público.

Vemos el compromiso de Chile con la consolidación de su política fiscal y monetaria, dentro de un marco transparente, como una fortaleza para el rating crediticio , concluyó el informe.

"Es una mala noticia, nos retrotrae al rating que teníamos en 2010"

El ministro de Hacienda de Chile, Rodrigo Valdés, reconoció que la decisión de la agencia Standard & Poor's de rebajar la calificación de Chile es una noticia negativa y preocupante, aunque de todos modos buscó restarle dramatismo.

"Es evidentemente una mala noticia, es la primera rebaja desde que tenemos rating con esta clasificadora y nos retrotrae al rating que tuvimos hasta el 2010", reconoció.

Aún así, Valdés llamó a no dejarse llevar por el pesimismo, ya que la nueva nota, que fue recortada de AA- a A+, se mantiene todavía por sobre la que tenía el país hasta el 2006. Así, insistió en seguir mirando el vaso "medio lleno".

"Esto hay que subrayarlo, reconocemos como algo positivo que la perspectiva asignada sea estable. Veníamos de perspectiva negativa", aseguró.

Valdés también recalcó que Chile sigue contando con una buena calificación comparado con otras economías, especialmente en la región.

"Quiero poner en perspectiva la nota con que nos deja Standard & Poor's. S&P tiene con este mismo rating, actualmente a Japón, Israel, Eslovaquia, Irlanda y Eslovenia. Y seguimos un par de escalones por encima de los países latinoamericanos mejor posicionados que son los de la Alianza del Pacífico".

El desafío a futuro

Respecto de los factores que motivaron la medida, la autoridad apuntó al cobre y el menor crecimiento económico.

"El origen principal de la rebaja es el efecto fiscal del menor precio del cobre y el menor crecimiento, tanto en el déficit fiscal como en el nivel de deuda, así también como el efecto de las demandas de gasto que hemos tenido", dijo.

Valdés concentró su análisis en las perspectivas de mediano y largo plazo para la economía. "El nuevo rating, y su mantención en el tiempo, es coherente con algunos supuestos que hace la propia clasificadora. Primero, que la economía recupere su ritmo de crecimiento. En segundo lugar, suponen que el déficit fiscal va a seguir una trayectoria de disminución gradual y persistente".

El ministro subrayó el compromiso de la actual administración con la responsabilidad fiscal. "La rebaja da cuenta de que tenemos que seguir tomando en serio el desafío fiscal que tenemos y el crecimiento. Esto es tarea de esta administración y también va a ser tarea de las próximas".

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