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Economía

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Santiago Levy descarta integrarse al gabinete de AMLO

Afirma que México tiene una serie de incentivos perversos que incluyen regímenes que incitan a las empresas a no crecer.

Santiago Levy, el arquitecto del modelo económico actual tras su paso en la Subsecretaría de Egresos en 1998 y en la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el padre del programa de apoyo social más replicado en el mundo, Oportunidades-Progresa, se descarta como candidato a integrarse a la nueva administración de Andrés Manuel López Obrador.

“Dejamos el paso para que nuevos funcionarios públicos se integren. Yo ya tuve mi oportunidad”, respondió a un público insistente en solicitarle aceptar la invitación del nuevo gobierno para asumir las riendas de las finanzas públicas del país, como secretario de Hacienda.

El vicepresidente de Conocimiento y Sectores en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cargo que ha tenido durante una década, advirtió que pocos países como el nuestro han realizado grandes avances en la dirección macroeconómica correcta: apertura comercial, apoyo a la inversión. “Incluso lo que se logró esta administración en más apertura al mercado es bienvenido”.

El problema central el que ha limitado por décadas el crecimiento de la economía, aseveró, es que durante 20 años se ha subestimado la importancia de los incentivos microeconómicos.

Durante la presentación en México de su libro Esfuerzos mal recompensados. La elusiva búsqueda de la prosperidad en México, el funcionario aseveró que “se ha desperdiciado la inversión en capital físico y humano”.

Por ello, Santiago Levy sugirió buscar un cambio en el manejo de la economía, de los incentivos al trabajo y aseveró que “más de lo mismo no funcionará y lo ideal sería plantearse un objetivo de donde queremos estar para el largo plazo y trabajar para ello. Alinear todos los esfuerzos hacia allá”.

“Propondría que acordemos todos en dónde queremos terminar: una sociedad donde todos los mexicanos tengan acceso a la misma seguridad social y las empresas no tengan que enfrentar incentivos perversos. Creo que tendría que buscarse un planteamiento donde tengamos una carga tributaria más alta entre impuestos al consumo y al trabajo, no diferenciada; esto, si decimos en dónde estaremos el año 2030”.

Los rezagos

En la presentación, organizada por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco); el funcionario mexicano explicó que en México persiste un rezago en el tema jurídico, en el respeto institucional y en los contratos que se descuidaron. Y observó que en esta administración saliente encabezada por Enrique Peña Nieto “se hicieron cambios de forma equivocada en materia tributaria y seguridad social”.

Desde su perspectiva, México tiene una serie de incentivos perversos que incluyen regímenes impositivos que incentivan a las empresas a no crecer y a operar en la ilegalidad, aun siendo formales.

Toma por ejemplo la historia de La Odisea, de Homero, para explicar que México es como Penélope, que cada día teje una cobija larga, para deshacerla por la noche.

“Hay muchos problemas de orden microeconómico en el funcionamiento de México que afectan la manera en la que se comportan los factores productivos”.

El investigador mexicano los agrupó en tres grandes áreas: una, que tiene que ver con regulaciones sociales y laborales; otras sobre las regulaciones fiscales y una tercera, sobre la justicia en el cumplimiento de contratos, que inhibe un mayor flujo del crédito.

ymorales@eleconomista.com.mx

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