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Venezolanos apresuran compras ante devaluación de moneda
Cientos de personas se apresuran a comprar electrodomésticos, boletos de avión y bienes durables, para anticiparse al efecto de la medida adoptada por el gobierno.
Caracas.-Los venezolanos acudieron el sábado a mercados y tiendas de electrodomésticos buscando anticiparse al nuevo tipo de cambio que imperará tras la devaluación anunciada por el Gobierno, que pretende oxigenar las finanzas del país acuciado por el alto gasto público y una inflación feroz.
Las autoridades ordenaron devaluar el bolívar un 31,7 por ciento, a 6,3 bolívares desde las 4,3 unidades por dólar que se habían fijado como cambio oficial en 2011, una decisión que según sus críticos forma parte de un paquete de ajuste tras un año de fuerte gasto público y que conlleva riesgo inflacionario.
"La gente se toma esto de la devaluación como un juego, me preguntan si ya devalúe mis precios. En vez de estar jugando deberían protestar, porque lo que hizo el Gobierno es un asalto al pueblo", dijo Ana María Piñango, una vendedora de un mercado de la capital.
La economía venezolana, que depende de las exportaciones petroleras para el ingreso de 9 de cada 10 dólares que circulan y alimentan la entrega de divisas mediante un control de cambio, había experimentado una creciente presión para depreciar la moneda local.
La quinta devaluación desde que en 2003 se instauró el control cambiario en Venezuela mitigaría la escasez de divisas que ha ralentizado las importaciones en los últimos meses, generando una frecuente escasez de alimentos y otros bienes.
La medida había sido postergada recurrentemente ante la inestabilidad política que trajo consigo la intempestiva ausencia del presidente Hugo Chávez para someterse a una nueva operación por cáncer en La Habana, mientras se adoptaban otros recursos fiscales buscando aliviar las arcas públicas.
Entre las resoluciones anteriores se reformó un impuesto petrolero para permitir a la estatal PDVSA, a sus empresas mixtas y al Banco Central tener una mayor disposición de dinero al limitar la transferencia obligatoria de recursos al Fonden, un fondo extrapresupuestario para obras de infraestructura.
Además, el Ministerio de Finanzas y la Asamblea Nacional han sugerido modificar la Ley de Impuesto Sobre la Renta.
"Lo único que corregiría la distorsión cambiaria es que se introduzca otra alternativa. Creo que van a venir más medidas económicas, aun cuando algunas no se anuncien oficialmente", dijo Angel García, socio de la firma local Econométrica.
COSTO POLITICO
La corrección del bolívar es la primera decisión impopular que ejecuta el vicepresidente Nicolás Maduro, líder de la triada de poder que tomó las riendas del país desde que Chávez salió del ojo público dos meses atrás, junto al ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, y al presidente del Legislativo, Diosdado Cabello.
Las autoridades seguían tratando el sábado de aclarar cómo funcionaría el nuevo ajuste cambiario.
"Los consumos realizados con tarjeta de crédito en el exterior autorizadas por Cadivi hasta el martes 12 de febrero serán canceladas a 4,3 bolívares por dólar", dijo el sábado el ministro de Información, Ernesto Villegas en Twitter.
Cadivi, la comisión que administra la asignación de divisas en el país, tendrá un nuevo ente de supervisación integrado por varios ministerios, a partir de esta medida.
Villegas también anunció que los estudiantes que reciben dólares preferenciales en el exterior pagarán 4,3 bolívares por sus compras de divisas tramitadas antes del 8 de febrero, lo mismo para casos de salud y compra de boletos aéreos.
Se espera que el nuevo tipo de cambio entre en vigencia el miércoles próximo.
Algunos transeúntes curiosos y otros ávidos de ofertas escrutaban las vitrinas de los comercios de electrodomésticos en el centro de Caracas, chequeando precios en las calles casi vacías por el asueto de Carnaval.
Mientras, otros se apuran en comprar pasajes aéreos o utilizar los cupos de divisas autorizados por el Gobierno para compras por internet para anticiparse con ello al efecto de la devaluación.
La oposición no ha ocultado su ira sobre una decisión que llevó la referencia en dólares del salario mínimo normativo a unos 325 dólares, desde los anteriores 476 dólares, y que había sido desmentida varias veces por las autoridades.
"Ya no es un bolívar fuerte o un bolívar débil, es un bolívar maltratado. Esto va a tener un impacto inflacionario", dijo el líder opositor Henrique Capriles, quien compitió con Chávez por la silla presidencial en octubre.
"Ahí ustedes ven quién tenía un paquetazo neoliberal y ases bajo la manga", añadió en respuesta a las acusaciones que se le hacían durante la campaña electoral.
SIN ALTERNATIVA
El gobierno no sólo ajustó el tipo de cambio, sino que también eliminó un sistema alternativo de asignación de divisas que manejaba el Banco Central y, que a un tipo de cambio de 5,3 bolívares por dólar, había servido de refugio a viajeros e importadores de bienes no esenciales.
Economistas y expertos han advertido que sin un mecanismo de reemplazo del SITME, como se conocía al sistema manejado por el Banco Central, la inflación, que hasta enero acumuló una variación anualizada del 22,2 por ciento, tendrá que resistir además la presión del alza del dólar informal.
"Lo reconocemos. En este momento tenemos un brote inflacionario y especulativo. El gobierno tiene que actuar con eficiencia, con firmeza como nos lo exige el Presidente. La inflación es un fenómeno complejo, difícil, lo hemos dicho, y lo hemos estado venciendo", dijo Giordani la noche del viernes.
Tras el anuncio, la cotización informal del dólar, que no tiene una referencia de precios confiable, comenzó a subir hasta triplicar el nuevo tipo de cambio oficial, dijeron a Reuters intermediarios de ese mercado.
Sin embargo, Giordani acotó que los dólares solicitados hasta el 15 de enero se liquidarán a 4,3 bolívares y durante tres meses más se entregarán divisas a ese precio para algunos bienes, lo que atenuaría el efecto inmediato de la devaluación.
"No he subido los precios. No se puede porque la gente se obstina y deja de comprar y me quedo con el producto", dijo Omar González, un vendedor de frutas de 48 años.
En Venezuela también impera un control de precios que se ha vuelto más estricto en los últimos años para abarcar toda la cadena de comercialización de bienes como alimentos y medicinas.
Cada vez que se ajusta el tipo de cambio, organismos gubernamentales salen a las calles a verificar que no haya remarcaje de los importes.
Pero ni siquiera la vigilancia más férrea logra el cometido de evitar que la devaluación se traslade a los precios al consumidor en una economía que usa los dólares de las ventas petroleras para importar la mayoría de lo que consume.
"Seguro que el miércoles sube todo, así que hay que aprovechar", aseguró Alicia León, una ama de casa de 67 años, mientras arrastraba su carrito lleno de compras.
klm