Venezuela: un abrigo de Zara, por 52,600 pesos

Un abrigo de la marca de ropa española Zara que cuesta 89.95 euros en España (unos 1,530 pesos en México), en Venezuela se dispara hasta los 3,091 euros (52,590 pesos), que al cambio en moneda local son 21,999 bolívares, según recoge la compañía en su página web. Siguiendo este ejemplo, una camisa que en España cuesta 25.95 euros, en Venezuela asciende a 841 euros (5,999 bolívares) mientras que una chaqueta de cuero de 129 euros se paga a 4,489 euros (31,999 bolívares).

En principio, estos serían los precios que un cliente debería desembolsar en Venezuela por algún artículo de la firma si se sigue el cambio oficial. De acuerdo a lo establecido por el Gobierno de Nicolás Maduro, un dólar estadounidense equivale a 6.30 divisas locales mientras que un euro se cambia a 7.1 bolívares. No obstante, en Venezuela no existe un único tipo sino que junto al anterior hay otros dos y, para este caso, el que más se asemejaría sería el de 50 bolívares por un dólar.

El 10 de febrero, el Gobierno lanzó un nuevo sistema de cambio, que creó tres tasas frente al dólar: la oficial de 6.30 bolívares por unidad (7.10 bolívares por euro); la Sicad, resultante de una subasta con base en 12 bolívares por unidad, y la flotación libre, que puede alcanzar una cotización hasta 27 veces más alta que la oficial (170 bolívares por dólar registró en su primer día de flotación).

Así, el abrigo de 21,999 bolívares se cambiaría a 439.80 dólares (388.78 euros o 6,614 pesos), la chaqueta de cuero valdría 639.98 dólares (565.50 euros o 9,621 pesos) y la camisa, 119.98 dólares (105 euros o 1,786 pesos). Con este tipo de cambio, los artículos en Venezuela cuestan 300% más que en España, donde se encuentra la matriz de Zara, de Inditex SA.

La inflación (de 68.5% en el 2014), la escasez de divisas y la dependencia de las importaciones son tres grandes lacras de la economía venezolana, castigada por la caída de los precios del crudo.

Una de las grandes paradojas de Venezuela es el precio de la gasolina. Mientras la economía se desangra por su elevada inflación, repostar en las gasolineras solo cuesta un céntimo de euro por litro 0.10 bolívares debido a que el precio del crudo se mantiene congelado desde hace 20 años. En los próximos meses podría actualizarse, según lo anunciado por Nicolás Maduro en enero.

Por si todo esto no fuera suficiente, la agencia de calificación Standard & Poor’s rebajó el 10 de febrero el rating de Venezuela desde CCC+ a CCC con perspectiva negativa. La razón que alegó la agencia es la previsión negativa sobre los precios del petróleo, así como la agudización de la recesión. Para el 2015, S&P prevé una caída del PIB de 7% y un repunte de la inflación hasta 115 por ciento. Esta calificación evidencia el elevado riesgo de default del Gobierno , dijo la agencia.

Según S&P el fracaso en la introducción de medidas correctivas sustanciales para estabilizar la economía, aliviar la escasez, impulsar la actividad económica y sanear las cuentas públicas podría erosionar más la capacidad del Gobierno de acceder a liquidez.