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Economía

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Zona euro aportará más recursos para protección

A pesar del pesimismo de los mercados, los dirigentes europeos llegaron a un acuerdo que involucra más recursos. Los datos específicos del arreglo aún no se conocen y estarán listos en el corto plazo.

Los líderes de la zona euro reunidos en Bruselas, Bélgica, alcanzaron un acuerdo global para salir de la crisis de deuda, que le permitirá rescatar a economías al borde de la quiebra o recapitalizar a su banca, en una maratónica e histórica cumbre que se extendió hasta la madrugada del jueves.

El plan consta de tres puntos principales: el rescate financiero de Grecia, la recapitalización de la banca europea y el aumento del potencial del fondo de rescate europeo.

Se decidió aumentar la capacidad del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) hasta 1 billón de euros desde los 440,000 millones con los que contaba originalmente.

Y es que tras conocerse la situación de la deuda pública de Italia, que asciende a 1.8 billones de euros y representa 120% de su Producto Interno Bruto, surgieron los temores de que siga el camino marcado por Grecia.

La deuda del país helénico, de 350,000 millones de euros (162% del PIB) se verá de ese modo aliviada en 10,0000 millones de euros, dijo el presidente francés, Nicolas Sarkozy. Esto implica que la relación entre la deuda y el PIB griego caiga a 120% en el 2020.

Por ello, los europeos se enfocaron en buscar fórmulas para optimizar el FEEF, pues los recursos que lo componían eran a todas luces insuficientes si tuviera que ir al rescate de una economía como la italiana, la tercera más importante de la eurozona.

Las dos cartas sobre la mesa

Según fuentes diplomáticas, para reforzar este mecanismo se barajan dos opciones: La primera prevé que el fondo garantice entre 20 y 30% de los bonos emitidos por países miembros de la zona euro, con el fin de impulsar a los inversionistas a comprar deuda de las economías más frágiles.

La segunda involucraría la creación de un vehículo de inversión para propósitos especiales, para acudir a países e inversionistas privados como China y fondos de riqueza del Medio Oriente, para que compren bonos de países de la zona euro en problemas.

Algunos diplomáticos, que pidieron no ser identificados afirmaron que China mostró un posicionamiento positivo.

China está en favor de contribuir creando una entidad autónoma de inversión spin-off.

La cumbre, que aglutinó a los 27 dirigentes de la Unión Europea, se desenvolvió el miércoles en un clima de pesimismo e incertidumbre sobre los avances de los dirigentes europeos para alcanzar una solución a la crisis de deuda que evite un contagio a Italia. Sin embargo, aunque no se dieron datos específicos del acuerdo, las bolsas de valores en América recibieron con beneplácito la noticia.

Mientras tanto, el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, presentó ayer a los líderes europeos un paquete de reformas económicas elaborado a toda prisa en respuesta a un ultimátum para que tome medidas que impulsen el crecimiento y recorten la enorme deuda pública del país.

No está claro que los dirigentes reunidos, muy escépticos sobre la capacidad de Berlusconi para dar una respuesta seria, vayan a conformarse con la serie de promesas de futuras medidas.

Italia está actualmente en la mira de los mercados toda vez que el Primer Ministro tuvo una negativa a subir de manera inmediata la edad de la jubilación, un elemento clave del programa de reforma. Sin embargo, la ministra de Educación, Mariastella Gelmini, informó que Italia aumentará gradualmente la edad de jubilación de 65 a 67 años para el 2025. En una carta de unas 15 páginas, Berlusconi se comprometió a adoptar para el 15 de noviembre medidas para recuperar el crecimiento, prometidas ya en el verano, pero que no habían sido presentadas oficialmente.

La carta se justifica por el detalle de las medidas de austeridad adoptadas en los últimos meses por un total de 60,000 millones de euros hasta el 2014 para permitir que Italia equilibre su presupuesto antes del 2013.

Giorgos Papandreou, primer ministro griego, expresó: Nuestro desafío hoy no es simplemente salvar al euro. Es salvaguardar las ideas que apreciamos tanto en Europa: la paz y la cooperación entre naciones .

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