Expertos ven complicado que gobierno cumpla con la consolidación fiscal en 2025

Debido a que el margen para recortar el gasto público es mínimo, se ve “poco probable” que el gobierno de Claudia Sheinbaum pueda cumplir con la consolidación fiscal y se recorte a la mitad el déficit en el 2025, advirtió Ricardo Cantú, investigador de ingresos y gasto público del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). 

“No se ven los rubros en donde se pueda hacer el recorte. Hay gastos irreductibles como la deuda, las pensiones, las transferencias a Pemex y CFE, pero el tema es qué tanto se puede reducir el gasto esos rubros”, declaró Cantú.

Aseguró que lo que quedaría es recortar el gasto en rubros como salud, educación o inversión física, pero eso provocaría un deterioro en los servicios públicos que otorga el Estado o en el caso de la inversión física, la llevaría a mínimos históricos.

“Esto de recortar el gasto pero sin obtener mayores ingresos, se ve muy poco probable”, dijo. “Lo que se tiene que hacer es una reforma fiscal progresiva que incremente los ingresos”.

Debido a que este 2024 cerrará con el déficit fiscal más alto en tres décadas, de 5.9% del Producto Interno Bruto (PIB), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se había puesto la meta de recortar dicho déficit a 3.0% del PIB en el 2025, para lo cual se deberá recortar el gasto del gobierno de manera importante.

Esta reducción del déficit es la llamada consolidación fiscal. La presidenta Claudia Sheinbaum recientemente aclaró durante su conferencia mañanera que la meta de su administración será recortar el déficit a 3.5% del PIB.

Diego Díaz, director de analítica de datos en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), aseguró que dicho recorte al déficit implicará un recorte al gasto neto total del gobierno de alrededor de 470,000 millones de pesos, según las mismas estimaciones de la SHCP.

Sólo para comparar, el presupuesto asignado en este 2024 al programa de Pensión Universal para los Adultos Mayores es de 465,000 millones de pesos, prácticamente el monto que se planea recortar en el gasto para el 2025.

En dónde se pueden hacer recortes

No obstante, coincidió en que los únicos rubros en los que se podría hacer dicho recorte al gasto sería en inversión física o bien en el gasto corriente del gobierno.

“Un recorte al rubro de inversión física sería un problema porque de por sí ya está en niveles bajos y si se recorta aún más eso haría que México pierda competitividad y afectaría al crecimiento económico del país”.

Detalló que al cierre del 2024, el gasto en inversión física del gobierno ascenderá a 2.7% del PIB nacional, cuando en el 2014 el mismo gasto era de 4.5% del PIB. “Y eso que este 2024 el gasto en inversión física se incrementó de manera importante por la conclusión de las obras prioritarias como el Tren Maya, la refinería Olmeca”, declaró Díaz.

Afirmó que lo ideal sería que el gobierno recorte al gasto corriente y no a la inversión física, pero para ello seguramente tendría que aplicar recortes a programas sociales del gobierno federal.

“Hay programas sociales a los que se le podría recortar el presupuesto, pero en términos pragmáticos no lo van a hacer. Entonces, sí habrá margen para recortar el gasto corriente, pero probablemente no será suficiente y se tendrá que tocar la inversión física, con las consecuencias que ya habíamos detallado anteriormente”, dijo el analista del IMCO.

Algunos rubros que, de acuerdo con Diego Díaz, se podrían recortar al interior del gasto corriente son los salarios de los funcionarios, el gasto en ceremonias, viáticos, así como el presupuesto de algunas dependencias.

Ricardo Cantú aseguró que con la entrega del Paquete Económico 2025, que hará el gobierno de la presidenta Sheinbaum al Congreso de la Unión a más tardar el 15 de noviembre, se comprobará si el gobierno será capaz de cumplir con la consolidación, además de que se tendrán pistas respecto a cómo lo logrará, es decir, en qué rubros recortará el gasto.

En el Paquete Económico 2025 se entregarán los Precriterios generales de Política Económica, la iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (LIF), así como el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).

Ambos especialistas coincidieron en que la alternativa que hay para evitar el recorte al gasto del gobierno y lograr reducir el déficit sería una reforma fiscal progresiva que incremente los ingresos del gobierno y que sostenga en el tiempo el nivel actual.

“Una reforma fiscal le daría mayor margen de maniobra a la presidenta Claudia Sheinbaum y le permitiría cumplir con sus promesas de campaña, ya que muchas de ellas no son nada baratas”, concluyó Diego Díaz.

La presidenta ha descartado realizar una reforma fiscal al menos al inicio de su sexenio y ha dicho que incrementará los ingresos del gobierno siguiendo con la estrategia de fiscalización que se inició el sexenio pasado y además, digitalizando y optimizando al fisco.