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Gasto público en salud empezó el año con una caída de 34.3% anual
El peor arranque de año desde enero del 2023, cuando lo ejercido por el gobierno registró una disminución anual de 44.2% anual.


El gasto que ejerció el gobierno para brindar servicios públicos de salud a la población mexicana reportó, en enero pasado, una disminución importante en su comparación anual, esto como parte de los intentos de la administración de Claudia Sheinbaum para lograr disminuir el déficit fiscal.
Los datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) mostraron que, a inicios del año, el gasto funcional en salud fue de 30,268 millones de pesos, lo que representó una caída de 34.3% en comparación con enero del año pasado.
De esta manera, el gasto en salud tuvo su peor arranque de año desde enero del 2023, cuando lo ejercido por el gobierno registró una disminución anual de 44.2 por ciento.
“En enero, el gasto público (total) fue 14.4% inferior en términos reales respecto al mismo mes del 2024, en línea con los objetivos de consolidación fiscal y sin afectar la provisión de bienes y servicios esenciales para la población”, destacó la Secretaría de Hacienda, a cargo de Edgar Amador Zamora.
El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) indicó que, en enero, se observó una reducción de 11.5% anual en el gasto ejercido por la Secretaría de Salud (SSa).
El gasto en salud es uno de los rubros que se sacrificarán este año para tratar de lograr la consolidación fiscal, y bajar los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) de 5.7 a 3.9% del Producto Interno Bruto (PIB).
De acuerdo con lo aprobado por el Congreso, este año se gastarán 881,083 millones de pesos en la función salud, lo que representa una disminución de 12.2% respecto a lo aprobado hace un año.
Por debajo de las recomendaciones
Aunque la recomendación por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que el gasto en salud represente 6% del PIB de los países, en México éste es de menos de la mitad.
Los datos de la Secretaría de Hacienda mostraron que, al cierre del año pasado, el gasto en salud representó 2.7% del PIB, menos de la mitad de lo recomendado. En tanto, otros gastos lo superaron, como las pensiones contributivas con 4.3% del PIB, mientras que el costo financiero representó 3.4 por ciento.
“Históricamente, el gasto en salud ha mantenido una brecha presupuestaria de más de 3 puntos del PIB. Esta diferencia se debe a que, a nivel internacional, la sugerencia de inversión mínima en el sector salud es de 6% del PIB y México invierte menos de la mitad de ese porcentaje (...) El recorte al propuesto para el 2025 ampliaría la brecha presupuestaria en medio punto del PIB. Por lo que se requerirían, al menos, 3.5 puntos adicionales del PIB. El bajo nivel de financiamiento, respecto a las recomendaciones internacionales, mantiene desigualdades en la atención según la afiliación de las personas”, aseveró el CIEP.
En este sentido, la organización Ethos Innovación en Políticas Públicas señaló en su momento que, sin una reforma fiscal que permita incrementar de manera significativa los ingresos públicos, los grandes perdedores serán las y los mexicanos ante el recorte que se espera este año para el gasto público.