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El impuesto español a las energéticas sufre una derrota en el Congreso
El impuesto temporal se creó en el 2022 y tenía como objetivo aliviar las presiones del costo de la vida para los españoles, ya que los bancos se beneficiaron de las altas tasas de interés y las empresas energéticas ganaron con el aumento de los precios de la energía tras la guerra en Ucrania.
Los diputados españoles votaron a favor de eliminar un impuesto temporal sobre las empresas energéticas, en un revés para el gobierno en minoría, que aún planea reimponer el gravamen por decreto, según el ministro de Presupuestos.
El impuesto, de 1.2% para las empresas con una facturación de, al menos, 1,000 millones de euros es uno de los obstáculos que el gobierno debe superar antes de poder empezar a negociar un proyecto de ley presupuestaria para el año que viene, que lleva mucho retraso, pero sus socios a izquierda y derecha están en desacuerdo sobre la cuestión.
“Aprobaremos (un decreto que imponga el impuesto) el lunes en la última reunión del gabinete del año”, dijo a la prensa la ministra de Presupuestos, María Jesús Montero, añadiendo que era necesario para lograr un acuerdo más amplio sobre la reforma fiscal y el presupuesto.
El decreto entraría en vigor el 1 de enero, pero deberá ser confirmado por el Congreso en una fecha posterior para mantener su validez.
El partido independentista catalán, Junts, y los nacionalistas vascos del PNV han argumentado que este impuesto afectaría a las inversiones. Ayer 19 de diciembre, se unieron a la oposición conservadora del Partido Popular en una enmienda para poner fin al impuesto, un gesto en gran medida simbólico ya que el gravamen actual solo duraba hasta finales de año.
El partido de izquierdas, Podemos, dijo que prorrogar el impuesto y hacerlo permanente es clave para iniciar las negociaciones presupuestarias, mientras que el partido de izquierdas vasco, Bildu, señaló que el gobierno había acordado con ellos y otros partidos de izquierdas prorrogar el gravamen.