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Economía

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Ritmo de futuras alzas de tasas de interés, divide a dirigentes del BOJ

Los responsables de política monetaria del Banco de Japón se mostraron divididos sobre la rapidez con la que el banco central debe subir más las tasas de interés, según las actas de la reunión de política monetaria de julio publicadas.

Los responsables de política monetaria del Banco de Japón (BOJ, por sus siglas en inglés) se mostraron divididos sobre la rapidez con la que el banco central debe subir más las tasas de interés, según las actas de la reunión de política monetaria de julio publicadas ayer, lo que pone de relieve la incertidumbre sobre el momento del próximo aumento de los costos de endeudamiento.  

En la reunión, el BOJ subió inesperadamente los réditos a corto plazo hasta 0.25% por siete votos a favor y dos en contra, dando un paso más hacia la eliminación gradual de una década de enormes estímulos.

Al menos dos de los nueve miembros de la Junta consideraron que había margen para seguir subiendo las tasas y uno de ellos dijo que el BOJ debe aumentar los costos de financiamiento de forma “oportuna y gradual” para evitar verse obligado a hacerlo rápidamente más adelante, según se desprende de las minutas.

Otro miembro afirmó que el BOJ debe seguir subiendo los réditos cuando se confirme que las empresas están aumentando el gasto de capital, los salarios y los precios. Otros, advirtieron contra una retirada demasiado rápida de los estímulos.

“La normalización de la política monetaria no debe ser un fin en sí mismo”, dijo uno de los miembros, añadiendo que el BOJ debe vigilar los distintos riesgos y actuar con cautela.

“El Banco de Japón debe evitar una situación en la que las expectativas del mercado de futuros descuenten aumentos de tasas excesivos”, ya que las expectativas de inflación aún no se han anclado en su objetivo de 2.0% y los precios siguen siendo vulnerables a la baja, señaló otro miembro.

Las observaciones subrayan el reto al que se enfrenta el gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, para cumplir su promesa de elevar las tasas hasta un nivel neutral, es decir, que ni estimule, ni enfríe el crecimiento.

Uno de los miembros dijo que es difícil elevarlas “automáticamente” a un nivel determinado, dadas las grandes incertidumbres existentes a la hora de calcular la tasa neutral.

“Por lo tanto, el BOJ no tiene otra opción que seguir una senda de tasas, mientras examina cómo responden la economía y los precios a los cambios en los réditos a corto plazo”, expresó ese miembro en la reunión de julio.

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