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3 cosas que los líderes no pueden delegar: Salvador Alva
Los directivos necesitan centrarse en el futuro de la compañía, desarrollar talento y modelar una cultura organizacional de innovación.
Ante un mundo en constantes cambios se requieren líderes no jefes, destaca Salvador Alva expresidente del Tec de Monterrey y precisa que “un líder hace de la gente ordinaria gente extraordinaria”.
El consejero y emprendedor detalla que la mayoría de quienes dirigen una empresa son jefes, con un enfoque tradicional y que sienten el privilegio de mando, pero lo que verdaderamente se necesitan son líderes que inspiren confianza, que desarrollen talento y fomenten la innovación. “Un líder al final es quien te lleva a un lugar a donde tu no irías solo”.
Alva menciona que actualmente los líderes de las empresas se están dedicando más a operar que a enfocarse en el futuro, crear talento y desarrollar una cultura de colaboración y eso con el tiempo se convierte en una enfermedad que puede terminar con la empresa.
Tres cosas que no debes delegar
Si bien, los líderes deben hacerse de un equipo multidisciplinario y delegar, existen cosas que no pueden dejarse en la mano de los demás, como anticiparse al futuro, atraer y desarrollar talento y modelar la cultura organizacional.
Un líder del siglo XXI debe dedicar al menos el 50% de su tiempo a estas tres actividades, ya que estos factores determinan la vigencia y el futuro de cualquier organización”, comenta Alva en su libro “Lo que un líder no debe delegar”.
Anticiparse al futuro, porque los líderes necesitan ver más allá del presente y apostar por una cultura de innovación que involucre a todos los colaboradores y le permita desarrollar sus habilidades.
“Si no le das la libertad a todos los individuos y no haces que su trabajo lo puedan reinventar todos los días, esa empresa se va a ir muriendo”.
Alva dice que desarrollar talento es la prioridad número uno de los líderes y que es importante que tengan dos o tres reemplazos listos para su puesto, pero muchos líderes lo ven como una amenaza y por eso se rodean de personas con menos capacidades o no desarrollan las capacidades y habilidades del talento.
El último punto; alinear la cultura, implica ser una organización sustentada en valores, con énfasis en la innovación y los colaboradores, “dos características que permiten atraer al mejor talento y crear procesos ágiles que respondan y sorprendan a los clientes”.
¿Cómo hacer un cambio?
Alva también menciona que antes de arrancar un cambio en la organización se requieren tres principios: desarrollar líderes, poner al cliente como el centro de la organización y crear un equipo de alto desempeño.
El primero se centra en desarrollar al talento y sus habilidades y el segundo en invertir la pirámide, pues solemos ver al jefe como la parte más alta, cuando en realidad la prioridad son los clientes, son ellos quienes tienen el poder.
Es poderosísimo si lo logras, pero implica cederle el poder al cliente y cambiar nuestros patrones como jefe. Hoy cuando inviertes la pirámide logras cambios extraordinarios”.
El tercero es tener un equipo directivo de alto rendimiento, que trabaje en colaboración, que sea comprometido y creativo para enfrentar e innovar ante los constantes cambios.
“Tenemos que invertir la pirámide de la organización para que ahora los jefes pasen a la parte baja y sean quienes sirvan al personal de línea y este a su vez al consumidor”.