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El Empresario

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4 prácticas para terminar con el síndrome del impostor en el trabajo

Crear ambientes de trabajo, en los cuales las personas se sientan tomadas en cuenta, con la libertad de alzar la mano y postularse para un puesto es fundamental para el crecimiento de la compañía.

¿Algunas vez has sentido que no estas suficientemente preparado o preparada para hacer algo? A este se le conoce como el síndrome del impostor y 72% de los mexicanos hemos experimentado esta sensación, de acuerdo con un estudio realizado por OCCMundial.

De quienes han vivido este síndrome, 46% lo sufre esporádicamente y 30% de forma recurrente, la mayoría de las veces se debe al miedo al fracaso, al desconocimiento de las habilidades propias, al querer ser perfeccionistas o la baja autoestima.

Cecilia Mansilla, experta en liderazgo y desarrollo personal e instructora de Udemy dice que si bien el síndrome afecta más a las mujeres que a los hombres, debido a que el 75% de las mujeres confiesa haber experimentado este síndrome en algún momento de su carrera, crear ambientes laborales de confianza y que impulsen al talento es fundamental.

Crear este tipo de ambientes, en el que las personas se sientan tomadas en cuenta, con la libertad de alzar la mano y postularse para un puesto es fundamental para el crecimiento de la compañía, pero no es trabajo de una sola persona, se requiere del líder de equipo, el directivo y los propios compañeros, que se impulsen mutuamente.

Pero ¿cómo crear este ambiente de trabajo que elimine el síndrome del impostor? Mansilla recomienda cuatro consejos.

1. Promover espacios de trabajo

Fomenta la creación de grupos en los cuales los colaboradores puedan desarrollar su confianza y seguridad, y se sientan con la libertad de decir lo que piensan y pedir ayuda cuándo la necesitemos, sin miedo a que los juzguen.

2. Reconocer los logros

Es importante reconocer y celebrar los éxitos de los compañeros, pero también otorgarse uno mismo el reconocimiento por los resultados satisfactorios. De esta forma, se creará un lugar de trabajo saludable, donde los éxitos se reconozcan en un plano general. De esta forma, los colaboradores sentirán mayor confianza a la hora de identificar sus propios triunfos.

3. Brinda feedbacks constructivos

Ofrece retroalimentación constante y transparente a todas las personas del equipo para promover y facilitar su desarrollo personal. También permite que los colaboradores pidan retroalimentación de forma forma regular, para continuar creciendo en su profesión. Sobre todo, permite que comprendan qué es lo que están bien, y lo que no, ello ayudará a ganar seguridad para continuar creciendo, y reducir esa posible inestabilidad provocada por el ‘síndrome del impostor’.

4. Promueve prácticas diversas, equitativas e inclusivas

Fomentar equidad e inclusividad en el entorno laboral, como el acceso equitativo a oportunidades, permite laborar en un ambiente capaz de reducir las inseguridades y potencializa el los talentos y destrezas profesionales.

Editora El Empresario. Periodista especializada en emprendimiento, pymes, creación de negocios, management y liderazgo. Desde el 2017 coordina El Empresario

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