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5 mujeres CEO que rompieron el techo de cristal y vencieron estigmas
Cuidado de la familia, síndrome del impostor y falta de una red de contactos, son algunos puntos que limitan el crecimiento profesional de la mujer
Cuidado de la familia, síndrome del impostor y falta de una red de contactos, son algunos puntos que limitan el crecimiento profesional de la mujer
El número de mujeres en puestos de liderazgo ha crecido en los últimos años, a pesar de las complicaciones que ha creado la pandemia. A nivel mundial 32% de las mujeres ocupa un puesto directivo y en México el porcentaje es mayor, del 35% revela el estudio “Mujeres directivas 2022, abriendo las puertas al talento diverso”, realizado por Grant Thornton.
En esto coincide Yvette Mucharraz, directora del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta dirección, debido a que desde el 2005 hasta el 2020 se ha pasado del 28 al 38 por ciento de mujeres en puestos de liderazgo; sin embargo, aún existen retos, sobre todo después de la pandemia, que generó la salida de las mujeres de la fuerza laboral y la migración a la informalidad.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe señala que la pandemia generó un retroceso de 10 años en los niveles de participación laboral de las mujeres y una de cada dos continua fuera del mercado.
Para Mucharraz, el que una mujer llegue a una posición de directiva es consecuencia de la combinación de factores: por un lado que la empresa establezca políticas incluyentes y por el otro la fortaleza y resiliencia de la mujer.
“Tenemos que ver como revertir la deserción escolar, porque no necesitamos que ahorita lleguen más mujeres a posiciones de liderazgo, sino que esto se mantenga en las siguiente generaciones”.
La flexibilidad laboral también es otra barrera a tirar, pues falta apertura de los negocios para implementar trabajo flexible como horarios escalonados y trabajo hibrido, sobre todo porque existen roles de género donde las mujeres tienen mayor responsabilidad como el cuidado del hogar hogar y los hijos, actividad que se intensificó durante la pandemia.
“Se requiere apoyo de instituciones públicas y privadas, crear y negociar dentro la familia las actividades del hogar y el cuidado porque esto impide seguir creciendo en las organizaciones”.
Cuidado de la familia, síndrome del impostor y falta de una red de contactos, son algunos puntos que limitan el crecimiento profesional de la mujer; sin embargo, existen mujeres exitosas que han logrado llegar a puestos de toma de decisiones y son un claro ejemplo de que ser CEO y mujer es posible.
Platicamos con cinco directoras generales, quienes nos cuentan cómo ha sido el trayecto para llegar a un puesto de liderazgo, los retos que han enfrentado y los planes para impulsar a más mujeres en puestos de toma de decisiones.
Liderazgo desde la infancia
De niñas, sus sueños no se centraban en dirigir una empresa, pero sí tenían ese sentido de liderazgo. Fernanda Guarro, CEO de 3M México dice que no se imaginaba en algún corporativo, pero sí se veía como líder.
“Esta habilidad de liderazgo y hacer que las cosas pasen es algo que me identifica. Desde que estaba en el colegio, a la que escogían para ser una maestra de ceremonia era a mí”.
Juana Ramírez, CEO de Grupo Sohin siempre quiso trabajar en salud, ser la directora de un hospital y coordinar actividades. “Siempre me sentí, me creí, jugué y actué como líder. Nunca pensé en dirigir una empresa como un objetivo; pero es la consecuencia de hacía dónde vas construyendo”.
Los retos
Las directivas han enfrentado retos económicos, sociales y consigo mismas, pues muchas veces las mujeres creen no tener las habilidades necesarias para alzar la mano y obtener un ascenso.
Ejemplo de ello es Juana, quien logró sus objetivos a pesar de venir de una familia de escasos recursos. “Cuando tengo una barrera enfrente pienso en saltarla, atravesar o darle la vuelta, esas son las tres opciones, pero la barrera no va a impedir que yo siga adelante. Puede que me tome un poco más de tiempo, me desgaste, pero no he pensado en abandonar mis sueños”.
La preparación y capacitación constante han sido pilares para Maribel Dos Santos, CEO de Oracle México, pues son herramientas fundamentales para enfrentarse con confianza.
“A veces las mujeres no nos especializamos en algo más y eso nos deja un poco más atrás. Otro obstáculo es el networking, a las mujeres nos dicen: ‘no seas muy pública y social porque se puede mal interpretar’. Las mujeres no hemos aprendido a estar activamente social”.
¿Cómo abrirse camino?
Recursos Humanos y Finanzas son los sectores con más mujeres directivas a nivel mundial, con 39% y 37% respectivamente, revela el estudio de Gran Thornton, en tanto las direcciones de operaciones e información sólo tienen 23 y 19% de presencia de mujeres.
“En cuanto al sector de las telecomunicaciones en México, me parece que soy la única mujer que jamás haya liderado uno de los grandes operadores de telecomunicaciones. ¿Qué implica para mí, en lo personal? Una enorme responsabilidad, porque sé que muy pocas veces una posición así es confiada a una persona que es mujer y es mexicana”, relata Mónica Aspe, CEO de AT&T México.
Las directivas coinciden en que desarrollarse en un sector liderado por hombres trae mayores retos, pues el machismo aún persiste y las mujeres requieren esforzarse el doble para ser escuchada y tomada en cuenta.
“Hay muchos aspectos culturales que intervienen en el desarrollo de nosotras, tenemos que formar hombres y mujeres libres, porque hay muchos sesgos de que si tu trabajas vas a descuidar a tu hijo, las familias somos diferentes, los roles de las mujeres han cambiado pero no por eso dejamos de ser menos valiosas, en esta sociedad nos tenemos que apoyarnos y ser solidarias”, comenta Luz María Gutiérrez, CEO de G500.
Las directivas buscan abrir espacios para que más mujeres lleguen a puestos directivos, a partir de impulsar las habilidades y capacitaciones, implementando políticas de igualdad de género, horarios flexibles y sobre todo, creando empresas donde se sientan libres de expresarse y alzar la mano.