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El Empresario

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Barberías, negocio en constante crecimiento

En el 2016 la industria alcanzó un valor de 326.3 millones de dólares, un factor principal fue el boom de la nuevas tiendas y productos para el cuidado personal del hombre.

En el 2016 la industria alcanzó un valor de 326.3 millones de dólares, un factor principal fue el boom de la nuevas tiendas y productos para el cuidado personal del hombre.

Las barberías son un negocio que en los últimos años ha crecido considerablemente y una de las razones es la apertura de establecimientos con concepto innovador y nuevos productos para el cuidado personal de los caballeros.

“El hombre antes no consumía productos para su cuidado, no era porque no quisiera gastar o no le gustara cuidarse, sino porque no existía una gama que le satisficiera”, menciona en entrevista Suri Atri, director general de The Shaving Co y Barber­ Depot.

En los últimos años, el sector ha visto un crecimiento considerable, tan sólo en México la industria de la barbería alcanzó un valor de 326.3 millones de dólares en el 2016, es decir, 7.6% más respecto al 2015, de acuerdo con datos de Euromonitor International.

Asimismo, el Directorio Estadístico Nacional de Unidades Económicas, que pertenece al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) tiene registradas cerca de 17,268 barberías y peluquerías.

Ver infografía.

También son negocios que perduran por años, tal es el caso la peluquería y barbería Raffles, que abrió sus puertas el 17 de abril de 1945 y que se ha mantenido a lo largo de los años; aunque los dueños no han sido familiares sí se caracterizan por su pasión por el negocio.

“Llevo 40 años, mismo tiempo que tengo casado. Lo primero que dije fue: está colonia me gusta y de aquí no me voy más que con los pies por delante”, recuerda José Luis Medina, dueño de Raffles, mientras atiende a un cliente y se da un espacio para prender un cigarro.

La barbería ubicada en la Colonia Tabacalera abre por las tardes, para atender a los trabajadores de la zona y cierra hasta que el último cliente se vaya, que en promedio es a las 9 o 10 de la noche.

No es negocio de temporada

No hay una época especial para el negocio. “Todos los días deben ser temporada, aunque ha habido ocasiones que he llegado a hacer un solo corte en el día y mi muchacho se va con las manos limpias, entonces mejor decidimos cerrar e irnos a casa, pero hay otros días que desde que llegamos tenemos trabajo”, comenta Medina.

La clave para mantener un negocio por años, dice, es “entender qué quiere el cliente. Uno tiene que darle matiz al corte para que cuando se bañe le quede como le gusta. Cortar el cabello puede parecer fácil pero tiene su chiste, hay que darles calidad para que les guste y regresen.

Yo no soy peluquero, estilista o barbero, yo soy ‘pelologo’, porque también utilizamos la psicología con los clientes, con aquellos que tienen alopecia y han perdido el cabello o durante pláticas sobre los problemas de casa, del día a día”.

El sol sale para todos

Ante la llegada de nuevas barberías a la Ciudad de México, que traen un concepto innovador, José Luis Medina dice que no ha visto una reducción de clientes, al contrario, más hombres se preocupan por el cuidado de su cabello y barba. Muchos de los que acuden son clientes frecuentes, que a través de los años han sido fieles, y que sin importar distancia y problemas meteorológicos, acuden cada mes a su corte. El sol sale para todos.

Raffles es muy distinta a las barberías de lujo que se encuentran en la colonia Roma o Polanco, sus muebles son antiguos y los sillones son los mismos que hace 40 años. “Vinieron a armarlos y si ves el piso, tiene una zanja, de que me muevo para cortar el cabello e ir por las tijeras”.

Para poner una barbería, precisa Medina, tan sólo se necesita un pequeño local, navajas suizas, tijeras, rasuradora, peines, loción o en su defecto alcohol, un par de sillones y espejos, que bien pueden adquirirse en las grandes tiendas o en los locales de la calle de la Alhóndiga, ubicada en el Centro de la Ciudad de México.

Lo mismo confirma Suri Atri, quien señala que una buena loción para después de afeitar hace la diferencia, por ello las barberías The Shaving Co buscan satisfacer los cinco sentidos.

“Desde que la persona entra aprecia un aroma relajante, y gracias al convenio que tenemos con casa Macallan, le ofrecemos al cliente una copa de whisky de cortesía. También les otorgamos una cerveza.

El ticket promedio de una persona que asiste a The Shaving Co, que cuenta con sucursales en Interlomas, Bosques, Tecamachalco y Santa Fe, ronda los 600 pesos, porque adquiere algún artículo; sin embargo, en las peluquerías como el Raffles un corte ronda los 100 pesos.

La música también es esencial en las barberías, por ejemplo en The Chaving Co suena jazz, mientras que en Raffles los boleros ponen a bailar a los clientes.

Nuevos modelos

La existencia de productos para el cuidado personal del hombre ha propiciado la creación de nuevos negocios, tal es el caso de VGM, empresa que distribuye y fabrica más de 1,200 productos nacionales e internacionales. Además cuenta con un laboratorio donde se fabrican cerca de 30 productos de tres marcas mexicanas (Chervin­ Co, 1810 y Brickyn).

Los dos productos más vendidos son para el cabello, “nosotros desarrollamos la fórmula llamada Noxidil-TS (para barba y bigote), una molécula química que es un auxiliar del vello facial y estimula el folículo y regula la secreción de las glándulas, humectándolo y haciendo que salga el vello. Se usa por las noches. En un tiempo de seis a ocho meses se tiene el vello facial”, precisa Suri Atri, también director de VGM.

El otro producto es el capilar, Noxidil-H2, que es la misma molécula, pero adaptada al cuero cabelludo. Ambos cuentan con registro ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios y la Administración de Alimentos y Medicamentos en Estados Unidos. Estos representan 20% de las ventas totales de la empresa.

Otro concepto es Barber Depot, tienda y distribuidora que da servicio a todas las barberías, estéticas, peluquerías y salones de belleza. “Es donde se encuentra todo sobre el cuidado del hombre y tienen área de barbería donde en la compra de 200 pesos se da un corte gratis”, destaca Suri Atri.

Actualmente, Barber Depot cuenta con 14 tiendas, tres propias y 11 franquicias distribuidas a nivel nacional y está dirigida al mercado medio-minorista, es decir, a todas aquellas barberías y estéticas. “Aquí lo que más se vende son las ceras para el cabello y los aceites que se usan para después de rasurar”.

Adquirir una franquicia requiere una inversión de un millón 100,000 pesos, incluida la mercancía y el retorno de inversión se tiene en 16 meses, aproximadamente.

Editora El Empresario. Periodista especializada en emprendimiento, pymes, creación de negocios, management y liderazgo. Desde el 2017 coordina El Empresario

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