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Crece 47.6% certificación de empresas
De las más de cinco millones de empresas que hay en México, más de 19,000 están certificadas en sistemas de calidad.
En México, en los últimos trece años, el número de empresas con certificación ISO 9000 creció 47.6%, al pasar de 180 compañías registradas en el año 2000 a 19,193 unidades en el 2012. Las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) suman 60% del total de empresas certificadas.
El número de empresas que se certifican en normas de calidad va en aumento, ya que se trata de un requisito internacional para exportar o sumarse a una cadena de valor. Sin embargo, ese total representa apenas 1.2% de las más de cinco millones de unidades económicas que tiene el país.
De acuerdo con Consejo Nacional para la Ciencia y la Tecnología (Conacyt), la norma de calidad con mayor cantidad de certificaciones fue la ISO 9001 con 83.2% mientras que la 14001 abarcó 16.8%; y tres de cada 10 empresas están ubicadas en los estados de Nuevo León, México y Distrito Federal. Los sectores con más compañías con ISO 9000 son manufactura (42.7) y servicios (45.6%).
“Esperamos que haya un incremento de certificaciones importante con las reformas, porque va a ver más competencia. Es un hecho que con el mercado automotriz haya un aumento considerable con la llegada de nuevas plantas que requerirán proveedores con certificación ISO 9000 o la TS 16949”, comentó Luis Javier Cerecedo, director de Operaciones de TÜV Rheinland México, uno de los 44 organismos de certificación reconocidos por las autoridades.
ISO es el acrónimo de Organización Internacional de Estandarización, a la que pertenecen 117 países, que acordaron un conjunto de normas en sistema de calidad agrupadas en la familia ISO 9000. Una de las más representativas, la ISO 9001 sobre sistemas de calidad en diseño, desarrollo, producción, instalación y servicio postventa, fue revisada en 2008 y sufrió nueve cambios que entrarán en vigor en el 2015.
Algunos de los cambios son: nuevo enfoque hacia la permanencia del negocio, documentación simplificada bajo plataformas tecnológicas; comprobación de habilidades de los líderes; flexibilidad para desarrollar programas considerando riesgos, entre otros.
“La nueva revisión de la norma ISO 9000 tiene un cambio radical con la versión actual. De manera general, el enfoque es a la sustentabilidad del negocio. Las versiones anteriores buscaban que las empresas fueran productivas y eficientes. La nueva versión dice que hagan eso, pero también que gestionen los riesgos para que el negocio sea sustentable o prevalezca a corto mediano y largo plazo”, explica.
Según el experto, la nueva norma establece que, si una empresa tiene un solo proveedor de determinado producto, debe contar con un plan de acción en caso de que este abastecedor desaparezca.
Luis Javier Cerecedo anticipó cambios radicales para las empresas. “Les va a costar adaptarse por lo que la recomendación es que se asesoren. Para las empresas que ya cuentan con ISO 9000 va a ser meno porque ya tienen la cultura de calidad arraigada, no será lo mismo para aquellas que empiezan de cero”, expuso.
Preocupadas por la calidad
RENUEVA 95% DE LAS EMPRESAS
El director de Operaciones de TÜV Rheinland México consideró que la certificación es la llave para exportar o para sumarse como proveedor de grandes empresas, además es un diferenciador respecto a la competencia y ayuda a mejorar la competitividad, por ello 95% de las compañías se recertifica.
“La certificación dura tres años, la empresa tiene ese tiempo para ver qué tanto le funcionó. Normalmente ven que sí valió la pena, las que no renuevan son casos muy especiales, como aquellas que han cerrado, les viene una temporada baja y no tiene con qué seguirle y cierran”, expuso.
A pesar de sus ventajas, muchas empresas siguen viendo la certificación como un gasto, afirmó el experto, y agregó que debido a que en México no existe la cultura de la calidad, 99% de las empresas no están preocupadas por mejorar sus actividades.
“Muchas son empresas familiares que siempre han hecho las cosas de determinada forma y no desean cambiar. Otras son empresas pequeñas que consideran que no tienen el recurso suficiente para invertir en la implantación de un sistema de gestión”, concluyó.