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Crisis personales pueden afectar al negocio: ¿Cómo afrontarlas?
Los líderes suelen preocuparse más por los estados financieros que por su salud física y emocional, lo cual puede afectar la organización
¿Quién no ha tenido una crisis en su vida?, ¿quién no ha sentido que el piso se hunde bajo sus pies ante una situación adversa? Se pregunta Hugo Cuestas, CEO de Cuesta Campo Abogados, y dice que pocas cosas en la vida tienen certeza, pero una de ellas son las crisis. Saber enfrentarlas es clave para que el negocio prospere.
Existen diferentes tipos de crisis: de pareja, existenciales y empresariales, pero el problema es que suelen tomarnos por sorpresa y si no se está preparado pueden afectar a la compañía.
“Si no tomas buenas decisiones, la crisis te hunde, pero si son buenas decisiones la crisis te sublima, fortalece a tu persona y a la organización”, destaca Cuestas en su libro ¿De qué se trata la vida?, encuentra tus respuestas.
En charla con El Economista, Cuestas narra que en su experiencia como abogado corporativo, se ha dado cuenta que los empresarios suelen preocuparse más por los estados financieros y la misión, visión y valores de la compañía, que por su salud física y emocional, lo que puede afectar a los negocios y les impide afrontar de forma correcta las crisis.
Un estudio realizado por Endeavor destaca que tres de cada cuatro emprendedores trabajan más de 50 horas a la semana y 20% más de 70 horas, y las largas jornadas aumentan la ansiedad, fatiga y depresión.
“Si las personas no están bien no pueden aportar lo mejor de sí, ni ese valor que la empresa espera de ellos”, destaca Cuestas.
Por ello, es fundamental estar bien en las seis áreas que componen la vida: personal, familiar, empresarial, social, económica y espiritual.
“Si tienes una problemática familiar, si estás pasando por la muerte de un ser querido, un accidente grave o un divorcio, ¿dónde está tu concentración y talento? Seguramente no estás en los objetivos de la empresa. Estás en una etapa de supervivencia y mientras no lo resuelvas va a ser muy difícil que aportes el valor agregado de tu talento”.
Un estudio realizado por PWC señala que seis de cada 10 empresas han enfrentado una crisis en los últimos cinco años, lo cual tiene como consecuencia impactos negativos en las relaciones comerciales, la reputación, la fuerza laboral y problemas legales.
Autoconocimiento
Cuestas dice que muchas veces los empresarios no ponen atención en su propio bienestar porque están metidos en los números de la empresa, por ello recomienda hacer una introspección a fondo de sí mismos para generar ese autoconocimiento y saber cuáles son las propias virtudes, sueños y miedos.
“A partir de un autoconocimiento e interpretar nuestra realidad, hay que diseñar un proyecto de vida que nos lleve a encontrar esa misión y sentido de vida”, señala el especialista.
Para Hugo, el reto más difícil ha sido hacer un alto y entrar en contacto con él mismo y conocer cuáles son sus inquietudes. Hacerlo ha ayudado a que la firma de abogados sea más humana, impulse al talento y que cada persona que pase por la organización salga siendo mejor.
“Me doy cuenta que no todo se mide en pesos y centavos, en proyecciones financieras, logros y mentas, sino que hay una forma distinta de llevar la vida y eso es en la calidad de nuestras relaciones interpersonales, de poder vivir en un balance en el que podamos aportar más a la empresa en que trabajamos”.
Familia y empatía
En las empresas familiares, de acuerdo con Cuestas, se requiere mucha madurez y comunicación entre los miembros, y sobre todo, aprender a diferenciar los vínculos empresariales y familiares.
Hacer esta distinción permite continuar la armonía familiar y que la organización continúe su camino y llegue al éxito.
Por último, el especialista señala que salir de las crisis no solo depende de fortaleza, sino de resiliencia y de ser humanos.
“Las crisis nos hacen menos soberbios y nos permiten reconocernos vulnerables. Las crisis favorecen la empatía y nos permiten conectar con lo que todos tenemos de frágiles. Bien manejadas, éstas nos hacen más empáticos, y este es un paso necesario para un crecimiento real”.