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El coaching ejecutivo, la solución a los problemas de alta dirección
Definitivamente es un experto que está capacitado para solucionar problemas que ni Recursos Humano ni la dirección general ha logrado resolver. Aquí te damos algunos tips.
Todo empresario al arriesgar su capital espera recuperarlo a la brevedad. La planeación, los objetivos, la contratación, la línea de producción y su confianza quedan depositados en el ejecutivo de Recursos Humanos para que guíe por un rumbo seguro a la organización.
Sin embargo, los buenos planes y deseos no bastan para alcanzar el éxito, el director general y el titular de RH, deben buscar ayuda profesional para reforzar los objetivos.
Y ¿quién es el experto que sabe más que el dueño del negocio y su socio estratégico?, se trata de una persona analítica cuya visión va más allá del cumplimiento que dicta el manual interno.
Para ponerse en manos expertas ha surgido el coaching ejecutivo, capacitado para resolver problemas de la alta dirección. Existe una investigación realizada por Jaime Villagómez, titular de IDHEA (Investigación y Desarrollo de Herramientas y Estrategias Aplicables) quien descubrió cualidades definidas que el coaching debe poseer.
Esta indagatoria va dirigida a quienes creen en México, invierten en él, crean empleos, aportan –con sus impuestos- a la riqueza nacional y devuelven la confianza de los profesionales de RH como los asesores del cambio y consolidación organizacional.
El buen coaching debe reunir experiencia en el sector empresarial, especialmente en varios cargos de dirección, para haber experimentado los efectos del poder, tener una buena cultura económica, ser curioso, haber sufrido rupturas y fracasos y ser conocedor de riesgos.
En ellos el empleador debe confiar, consciente de que su proyecto estará en buenas manos y mejores resultados.
El estudio denominado "Qué pasa con el Coaching Ejecutivo", de IDHEA, alerta sobre los riesgos que puede correr el empresario al contratar los servicios de un asesor improvisado o falso.
Hay varios tipos: el curioso, que es un profesionista de cualquier área, que cursa, por cumplir, una certificación en esta habilidad, sólo para relacionarse con otros para elevar su estatus personal.
El nuevo, que cursó psicología o terapeútica y que busca una certificación de coaching para ampliar su horizonte profesional. Tiene fundamentos teóricos, pero adolece de experiencia práctica de alto nivel y está limitado para dar resultados a los ejecutivos.
El dogmático, que tiene más de una certificación de coaching, es experimentado pero antepone la técnica al interés por los resultados, lo que puede provocar la pérdida del cliente.
Para quienes buscan consolidar su inversión, recuerde que el titular de RH tiene el contacto con el coaching ejecutivo que usted necesita.
En México, vale decirlo, ya contamos con alianzas entre empresas internacionales y locales que comparten sus investigaciones y herramientas para incrementar la efectividad del coach de negocios, ese profesional que debe guiarlo al triunfo de su empresa, confie en él.
*Gerente de Comunicación de la Amedirh