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El Empresario

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¿Eres emprendedor o empresario? Conoce las diferencias y la importancia de cada etapa

Ambas identidades se desarrollan en conjunto, porque se tiene que estar dispuesto a luchar y sacrificar por el negocio, pero al mismo tiempo dejar que la estrategia fluya y no volverse autoempleado.

Shutterstock.

La gran parte del tiempo hablamos de las cualidades que un emprendedor debe tener, de todas las herramientas que tiene que reunir para poder iniciar un proyecto, o bien, de cómo deben volver rentable su negocio para que trascienda con el tiempo; sin embargo, ¿en qué momento el emprendedor se convierte en un empresario?

Empresario y emprendedor son dos palabras que en muchos sentidos van ligados en el mundo de los negocios, pero hay diferencias muy importantes que se tienen que entender. Bajo este contexto, Cris Urzua; empresario, escritor, conferencista y fundador de MAS Academy, habló de la importancia que tiene el poder equilibrar estos conceptos.

“Algo que me ayudó mucho fue encontrar la diferencia entre emprendedor y empresario, me di cuenta de que había muchos patrones en mi persona que eran de una identidad emprendedora y no empresarial, porque cuando inicias, eres aguerrido, eres pasional, quieres salvar el día trabajando hasta las 3:00 am, quedas al borde el burnout, pero si al final no funciona, te vas a hundir con el barco”, comentó Cris Urzua, en el evento Exma 2023 Heroes & Doers.

Actitud emprendedora

Por esta razón, el empresario mencionó que en la actitud emprendedora hay tres síntomas que pueden destruir un negocio:

1. Sólo juega a la ofensiva: Enfocarse en una sola área del negocio puede ser muy riesgoso, debe haber un equilibrio y darle la importancia a todas y cada una de las actividades que la empresa realice, de lo contrario el riesgo de cometer un error o meterse en un problema aumentará considerablemente.

“Jugar sólo a la ofensiva significa sólo concentrarse en marketing y ventas, sólo replicas y te enfocas en esa fórmula, esa es la actitud de un emprendedor, pero ¿qué sucede?, se empiezan a dejar huecos, a descuidar otras áreas que son igual de importantes y a partir de esto empiezan muchos problemas”.

2. Adicto a la dopamina: Cuando una empresa encuentra un modelo de negocio exitoso, se puede llegar a creer que se puede con todo, como incursionar en nuevos mercados, productos e inversiones de mayor riesgo, lo que implica que se desenfoque en objetivo original del proyecto y se dispersen los recursos tanto económicos, como de trabajo.

“Se vuelven adictos a sentir el placer de cerrar una venta, a cerrar un negocio y ese éxito libera la dopamina y en la actitud emprendedora puede ser un problema si no se controla, porque empiezas a descuidar todo lo demás, sólo te enfocas en crecer y vender cada vez más, como un ludópata en Las Vegas que le mete, sigue y no para, pero al final, cuántas veces nos hemos enterado del emprendedor que por llevar las cosas un poco más allá del extremo, lo perdió todo”.

3. Mide el éxito por volumen de ventas: Detrás de un modelo de negocio viable, existen muchos factores que permiten el crecimiento, desde su razón de ser, hasta la forma en la que se administra, para que detrás de cada venta exista una base sólida que respalde cada operación.

“Constantemente lo veo con muchos de mis clientes, que hablan de que sus ventas tienen seis cifras o siete, pero conozco emprendedores que facturan diez millones de dólares y se quedan con menos dinero en caja que uno que vendió sólo tres, son estrategias y conceptos diferentes, pero a lo que voy es que en muchas ocasiones el volumen de ventas sólo es una métrica de vanidad, impresiona, pero lo que hay detrás de todo eso es lo que realmente importa”.

La ventaja de una actitud empresarial

El experto explicó que una actitud empresarial permite tener un mayor equilibrio de actividades, tanto a nivel profesional, como personal, porque entiende que hay roles dentro del negocio y no tiene la necesidad hacer todo, porque se delega y deja que los equipos hagan su trabajo.

“El empresario no quiere ser el súper héroe todos los días, convive con su familia los fines de semana, disfruta de convivir con sus amigos porque sabe que en su plan de negocios hay equipos que se encargarán de realizar un trabajo adecuado y permite que ese sistema fluya”.

1. Juega a la ofensiva y a la defensiva: Cris Urzua indicó que un empresario sabe que tiene que jugar en ambos roles, porque si sólo se enfoca en marketing y ventas, empezará a descuidar la parte legal, financiera, administración, recursos humanos y a partir de esas deficiencias pueden nacer las crisis empresariales.

2. Múltiples fuentes de dopamina: Urzua enfatizó en que la actitud empresarial permite disfrutar de todos los roles que tiene, tanto con su familia como con sus amigos, por lo que su felicidad no depende directamente de su negocio y de los resultados que pueda generar, de esta forma pueden tener un mayor equilibrio y enfocarse en cada momento.

3. Mide el éxito con libertad y rentabilidad: “El empresario mide su éxito con libertad y rentabilidad, o sea, cuánto me queda al final del año y qué tan libre soy para perseguir lo que amo y no soy un esclavo, tienen que entender que autoemplearse no es ser emprendedor”.

En conclusión, para el empresario lo ideal es generar un equilibrio entre actitud emprendedora y empresarial y que, dependiendo el momento, es el rol que se tiene que asumir.

“Ser empresario y emprendedor son dos identidades que se tienen que desarrollar en conjunto, porque tienes que estar dispuesto a luchar y darlo todo por el negocio cuando sea necesario y al mismo tiempo no perder la identidad empresarial que diga: estoy tranquilo, esto tiene que trabajar por sí solo y dónde está la rentabilidad”, finalizó Urzua. 

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