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El Empresario

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Estilos de administración en tiempos difíciles

En una época como en la que vivimos con una problemática económica y otros grandes retos, el comportamiento de los seres humanos se vuelve un poco más difícil de predecir. Existen personas que se vuelven más solidarias y quieren ayudar a todo el que se les para enfrente, otros se pueden volverse más egoístas, con el pensamiento de que lo principal es protegerse a sí mismos. Esos son los dos extremos, en general la mayor parte de las personas estamos en algún punto intermedio.

Desde un punto de vista de las organizaciones, sucede lo mismo; existen organizaciones que son más solidarias que otras. Hablando de empresas, habrá empresarios que primero piensen en ellos mismos y su familia, otros serán más solidarios con los demás, algunos empezarán con sus propios empleados y después verán más allá de sus organizaciones para ayudar a otros.

El gran dilema de la administración de las organizaciones es ese: por un lado, tienen el encargo de hacer lo mejor por la empresa y asegurarse que la organización no solamente sobreviva, sino que además debe tener éxito; por otro lado, tiene la presión de la sociedad, de ser solidario con los demás, tanto con empleados como con personas ajenas necesitadas.

Todo lo anterior, se vuelve más complicado cuando los problemas económicos son generalizados y los recursos son insuficientes para atender todas las necesidades.

Cada administrador de cualquier entidad tomará sus decisiones y estas serán válidas en la medida en la que los resultados estén en consonancia con los objetivos que se hubieran planteado para enfrentar la crisis. Entes que nada tendrá que dar prioridad a los lineamientos que le impongan los dueños, encargados del gobierno de la entidad, los clientes, proveedores y cualquier otro que de alguna manera tenga un interés e influencia en la entidad que dirige.

Después tendrá que decidir si existe posibilidad de ayudar a terceros y hasta donde tiene recursos para poder llevarlo a cabo. Si este es el caso, tendrá que hacer una planeación de la distribución y la forma en que dicha ayuda será entregada a los que la necesitan. Una vez teniendo esa planeación se someterá a aprobación por parte de los órganos de gobierno de la entidad y, en su caso hacer los ajustes necesarios al plan que el consejo o los accionistas hayan solicitado.

Si el plan de ayuda es aprobado, deberá ponerlo en marcha y asegurarse que toda la ayuda que haya sido aprobada sea distribuida y entregada de manera transparente y verificable.

Otro de los dilemas que la administración de cualquier entidad se enfrenta en tiempos difíciles es la escases de recursos. El administrador deberá determinar todas las necesidades de recursos financieros, materiales y humanos que tenga la organización para cumplir con sus objetivos. Una vez hecho esto deberá determinar las fuentes de esos recursos y las disponibilidades que se tengan de esos recursos en el momento en que sean requeridos por la entidad.

En una economía de libre mercado, normalmente no es difícil encontrar los recursos necesarios, ya que siempre existen alternativas para adquirir los bienes y servicios que sean requeridos. Sin embargo, cuando la economía se va cerrando, en el caso en que vivimos por la pandemia, los bienes y servicios se limitan y pueden llegar a escasear.

En ese caso el administrador deberá buscar sustitutos o alternativas, y si fuera el caso, ajustar sus planes a las nuevas circunstancias, a fin de no desperdiciar otros recursos en proyectos o procesos que no pueden ser terminados.

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