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El Empresario

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Finca Santa Veracruz, un éxito desde la semilla hasta la taza

Un plan de negocios autosustentable lo ayudará a crecer y distinguirse de su competencia.

En sus inicios, la empresa Finca Santa Veracruz pudo ser un negocio más dedicado a la venta de churros, tortas y café; sin embargo, la visión de José Luis Navarro Chinchilla, lo llevó a diseñar un plan de negocios autosustentable que le permitió crecer en el difícil mercado del café.

Los logros de esta franquicia, le llevaron a ser reconocida con el Galardón PYME 2008 a la franquicia más destacada de este año, reconocimiento que le fue entregado durante la Semana Nacional PYME 2008 y que patrocinó Banamex.

En 1992, Navarro Chinchilla, director general de Finca Santa Veracruz, comenzó un pequeño negocio de comida mexicana que dentro de la selección del menú incluyó la venta de café caliente y de grano, productos que fueron de los más demandados.

Café San Ángel fue el nombre del primer establecimiento que abrió, además, de dos molinos en la colonia Las Águilas, Portales y un restaurante en la colonia Condesa, en la ciudad de México.

"Al observar el éxito de nuestro negocio, que en la ciudad había crecido y que los expendios de café no habían avanzado con ella, tuvimos la idea de comenzar a abrir puntos de venta de café con expendios a la calle por toda la ciudad", recordó el entrevistado.

De aquí nació la primera idea de integrar la cadena de valor de la producción del campo hasta la taza.

"Vendimos los dos expendios, junto con el restaurante de la condesa y compré las primeras ocho hectáreas de cafetales", agrega.

La fórmula del éxito

En 1999 comenzamos a trabajar como Finca Santa Veracruz basados en pequeños módulos, ya que aún no existía la posibilidad de invertir en grandes locales. Las primeras sedes fueron la Escuela Superior de Contaduría y Administración (ESCA) y las oficinas de Pronósticos Deportivos.

Sin quererlo, instalar islas de café se convirtió en la clave de éxito para el negocio.

"Sin quizás mucha conciencia creamos el primer kiosco de café que se abrió en México y probablemente en muchos lugares más", expresó el entrevistado.

Actualmente, la franquicia tiene 150 hectáreas de cafetales en Coatepec, el norte de Veracruz y en Puebla.

"Además de que al ser productores cuidamos la calidad del café y el abasto del mismo en nuestros locales", explicó.

"Creemos que tener este modelo de negocios es apostarle al futuro del campo en México y que si no sembramos nuestro propio café y somos autosuficientes, no habrá productos mexicanos", asegura.

Para el entrevistado, el factor que les hace permanecer en el mercado haciendo competencia a modelos de cafeterías extranjeras es hacer una promesa de consumo al cliente y cumplirla.

Lo anterior les ha llevado como franquicia a la apertura de más de 170 puntos de venta y mantener un modelo de negocio exitoso con el cual además ayudan al campo mexicano.

Durante el próximo año, la franquicia prevé abrir de 30 a 40 puntos de venta nuevos, de los cuales de 20 a 25 puntos serán franquicias y de 10 a 15 serán propios.

Los planes consideran consolidar la presencia de la franquicia en el Distrito Federal y tener presencia en las ciudades de Guadalajara y Monterrey para ampliar la red de franquicias. obecerril@elempresario.com.mx

Inversión con sabor

Inversión estimada: $400,000.

Cuota de regalías: no aplica

Cuota de publicidad: no aplica

Suministro fijo de café: $4,500.

Duración del contrato: 3 años.

Retorno de la Inversión: de 18 a 26 meses.

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