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Fraude, comisiones y mayor fiscalización detienen la adopción de pagos digitales
Los negocios prefieren no usar pagos digitales si ello implica pagar impuesto, estar expuestos al fraude o pagar comisiones por el uso de las plataformas.
El Covid-19 fue un acelerador del uso de pagos digitales y a pesar de qué es más frecuente ver pequeños negocios, como tienditas y restaurantes aceptar esta forma de pago, aún se requiere impulsar el ecosistema debido a que 65% de las transacciones en América Latina son en efectivo.
El estudio, “El lado humano de la transición a Cashless”, realizado por IUPANA y la plataforma Galileo, detalla que 47% de los negocios no ha optado por el uso de pagos digitales por miedo al fraude, 32% por los costos que conlleva la digitalización; debido a que los sistemas cobran una comisión por transacción y 28% porque conlleva una mayor fiscalización.
“Un negocio piensa, si uso pagos digitales voy a tener que pagar impuestos, me van a empezar a fiscalizar, voy a tener que contratar un contador, y todo lo que se asocia con ello”, destacó Tory Jackson, líder de desarrollo de negocios y estrategia para América Latina de Galileo Financial.
El directivo detalló que los pequeños empresarios tienen miedo al fraude financiero y creen que su dinero puede desaparecer en una institución financiera y que es más seguir tenerlo en físico, lo cual es una visión errónea, debido a que al no tener que trasladar el efectivo al banco se puede ahorrar mucho tiempo y tener mayor seguridad.
Uso de efectivo detiene el crecimiento
En los pequeños pagos el uso del efectivo es rey, pero aceptar solo efectivo detiene el crecimiento del negocio, debido a que conlleva mayores peligros, de hecho, los negocios reportan 71% más costos de administración, 64% más presupuesto destinado a resguardo y seguridad física y 47% mayor prevención de robo.
Además, requieren capacitar a los empleados en la mejor administración del efectivo, desde otorgar el cambio y traslado, este último se complica cuando el negocio está en zonas rurales, pues se requiere recorrer mayores distancias para el resguardo del dinero o llevarlo a una institución financiera.
Tenemos que capacitar al personal de la compañía, para que sepan recibir, contar y llevar a cabo los procesos con el efectivo, cosas como identificar si un billete es falso y cómo manejarlo, así como la prevención de robos”, destacó Jackson.
Retos de la adopción de pagos digitales
Implementar pagos digitales, también nombrado cashless, ayuda a impulsa 79% la eficiencia de tiempo, 53% el control administrativo y se tiene 40% menos pérdida y como consecuencia que el negocio crezca.
Sin embargo, existen retos que los negocios deben romper, como el no usar esta forma de pago porque la comisión que se cobra y la falta de adopción tecnológica por parte de los clientes.
Los empresarios y tenderos conocen perfectamente sus márgenes de utilidad, entonces ese tres o dos por ciento (de costo de comisión) tiene un impacto en el negocio. Aceptar pagos digitales va a aumentar las ventas, pero también tiene un impacto en la comisión y rentabilidad del negocio”, detalló José Luis Trigueros, gerente de desarrollo de negocios de Galileo Financial.
De acuerdo con especialistas, el negocio requiere hacer una evaluación del costo de los productos y el margen de utilidad, para que al ofrecer cashless la comisión no se cargue al consumidor.
Pero también los comerciantes se enfrentan a un cliente no tan digitalizado y acostumbrado a usar efectivo, sobre todo cuando son transacciones pequeñas, que suelen ser 13% de las comparas.
De acuerdo con el estudio, que es parte de la iniciativa latinoamericana ‘Más Efectivo sin Efectivo’, los clientes no quieren sacar la tarjeta para comprar un refresco o un kilo de harina, por ello se requiere impulsar la creación de infraestructura y ecosistema que permita hacer y recibir un pago sin afectar al económica del negocio ni de los consumidores.