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El Empresario

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Generación Z cambiará las reglas del juego

Su relación con la tecnología y la movilidad hace que los nacidos entre 1994 y 2012 privilegien otras formas de comunicarse y de solucionar problemas.

Las empresas apenas se están adaptando a los Millennials como fuerza laboral, y ahora los nativos digitales, agrupados en la Generación Z, están a poco tiempo de hacer su incursión en el mercado del empleo, y como sus antecesores vendrán a cambiar las reglas del juego en las organizaciones.

“México llega un poquito tarde a la conversación sobre la Generación Z, todavía hace un año escuchamos a nuestros clientes hablando sobre los Millennials como una generalidad, para todo el segmento joven”, expone Jennifer Medina, jefa de Inteligencia e Innovación de la agencia Big Foot.

De acuerdo con la especialista, la Generación Z abarca a aquellas personas nacidas entre 1994 y 2012. “Este años –los mayores- estarán cumpliendo 21 años, los más jóvenes tendrán tres años”. Para esta gente, el Internet siempre ha estado ahí y su relación con los dispositivos móviles es muy estrecha, lo que influye en la forma en cómo ven el mundo sin barreras, y cómo se vinculan con él.

Big Foot, una agencia de investigación cuantitativa y cualitativa de mercados, ha estudiado a la Generación Z desde hace dos años y en sus estudios ha encontrado diferencias entre los nativos digitales y sus antecesores, los Millennials.

“Los Millennials son más idealistas, proactivos, quieren cambiar el mundo y hacer la diferencia, de alguna manera son más soñadores, en cambio, los miembros de la Generación Z son mucho más prácticos, reactivos, identifican problemas que representa una barrera para alcanzar sus objetivos, y los resuelven de una forma más simple y práctica. Viven y resuelven por objetivo para avanzar como en niveles”, detalla Jimena León, analista en Innovación e Inteligencia de Big Foot.

Otra diferencia importante está en la forma de comunicarse. En un ejercicio realizado por Big Foot sobre lo que se comentaba en redes sociales respecto al iPhone 6, los participantes de la generación Millennials entregaron reportes en Power Point, con profusas explicaciones, notas al pie de páginas y diversas fuentes de información, mientras que los jóvenes Z entregaron un documento en Word con memes y emoticones –símbolos en forma de cara humana que representan emociones-.

“Contrastando con otros estudios que recién elaboramos quedó claro que para la Generación Z hablar en código es mucho más práctico. Tal vez no haya un momento en la vida en la que la frase ‘una imagen vale más que mil palabras’ fuera más cierta. En nuestros paneles que organizamos nos dicen que prefieren usar una imagen o un meme y con ello ahorrarse un ensayo de 200 palabras”, comenta Jennifer Medina.

Otra característica a tomar en cuenta es que evitan la fricción. En Big Foot decimos que son la generación ‘Friction Freek’. Prefieren enviar un mail o un whatsapp para avisar o pedir permiso, lo que nos lleva a pensar en qué impacto va a tener esto en las relaciones laborales y cuáles deberían ser los medios para comunicarnos con ellos”, cuestiona.

Esta generación, recuerdan crea comunidades virtuales, con las que genera lazos fuertes, su forma de enfrentar y resolver los problemas es por tanto en conjunto. Sus padres son los miembros de la Generación X, muy enfocada al éxito y los beneficios económicos, lo que también influye en los Z.

Al entender mejor la tecnología “se dan cuenta que pueden hacer las cosas mejor de cómo las hacemos nosotros. Una de las frases que escuchamos o vemos recurrentemente en los paneles es: ‘en verdad ¿no lo pueden hacer mejor? Saben que tienen la información y la tecnología a la mano, y siempre habrá una aplicación o un elemento tecnológico que ayude a resolver problemas”, expone Jimena León.

Las especialistas concuerdan que, contrario a lo que se piensa que son seres solitarios con poco apego emocional a las amistades, siempre están en contacto con su comunidad y alimentan la fraternidad a otro nivel. “Tienen los lazos, pero a otro nivel, no como los conocemos nosotros”, Jennifer Medina indica que el reto de las empresas es entender a esta generación, hablar su lenguaje y genera esquemas de trabajo tipo startups para retener a este talento cuando se presente. “Tenemos que cambiar desde la empresa para atraer a este generación y usarla en la innovación constante”, recomienda Jimena León.

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