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El Empresario

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La alternativa de escindir

Cuando las nuevas actividades crecen demasiado y empiezan a requerir un esfuerzo independiente, tanto por el gobierno corporativo como por la administración, es el momento de tomar la decisión de escindir a la empresa, es decir crear dos o más empresas.

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He leído la decisión de General Electric de escindirse en tres negocios independientes, el dedicado a la salud, el de energía y el dedicado a la industria aeroespacial. Hasta donde sé cada una de las divisiones han sido históricamente bastante rentables. Entonces, ¿cuál es el objetivo de escindirlas en negocios independientes?

La razón principal está en la definición del negocio central de la empresa, es decir, cada una de estas divisiones operativas de la empresa eran tan importantes como las otras dos, y su operación no tenía nada que ver con las otras, sus clientes eran totalmente ajenos a los de las otras divisiones y en consecuencia sus estrategias eran básicamente independientes. Por dichas razones, prácticamente, cada una de ellas debía tener su propia administración y su propio gobierno corporativo. El anuncio era muy claro había que simplificar.

Esta misma decisión puede ser tomada por las mismas razones en cualquier tamaño y tipo de entidad. Dice el dicho: “el que mucho abarca, poco aprieta”, y es que una de las principales razones que puede tener cualquier tipo de entidad para escindirse es que las entidades resultantes busquen su éxito de manera individual, sin que cualquiera de sus acciones o estrategias pueda afectar o ser afectada por las de otra división que tiene objetivos diferentes.

El gobierno corporativo de cualquier entidad tiene la obligación de analizar con gran objetividad las diferentes características de cada una de las actividades a la cual se dedica. A partir de esto, determinar hasta donde la diversificación de actividades empieza a alejarse de el o los objetivos primordiales que fueron planteados originalmente para la entidad y hasta que momento la magnitud de las nuevas actividades, empieza a generar distracción o falta de atención en el negocio central de la entidad.

Cuando las nuevas actividades crecen demasiado y empiezan a requerir un esfuerzo independiente, tanto por el gobierno corporativo como por la administración, es el momento de tomar la decisión de escindir a la empresa, es decir crear dos o más empresas independientes para cada una de las actividades que sea necesario separar. En ese momento, se tiene que crear un gobierno corporativo y una administración independiente para cada una de las nuevas entidades.

Desde un punto de vista legal, esto se lleva a cabo mediante una asamblea extraordinaria de accionistas en donde estos, por la votación que requieran los estatutos y la ley, toman la decisión de decretar la escisión y la forma en que se distribuirán las acciones de la o las nuevas entidades entre los accionistas actuales de la empresa, así como los activos, pasivos y patrimonio que serán asignados a las nuevas empresas.

Desde un punto de vista fiscal, la escisión tendrá que determinar los valores fiscales de los activos que serán asignados a la (o las nuevas empresas), así como la distribución de los pasivos y el patrimonio (y sus valores fiscales) en las nuevas entidades. En función a esto, la entidad escindida tendrá que declarar las ganancias o pérdidas generadas por la escisión y así, en su caso, pagar el impuesto sobre la renta correspondiente, o generar la pérdida fiscal que podrá ser aprovechada en el futuro.

En la contabilidad de la empresa escindida, se tendrán que dar de baja todos los activos, pasivos y patrimonio asignados a la (o las) nuevas entidades y registrar la ganancia o pérdida por la desincorporación de ese o esos segmentos del negocio.

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