La dirección de proyectos, tan importante como el área de Recursos Humanos

Todas las empresas y organizaciones, no importa si son lucrativas, sin fines de lucro o gubernamentales hacen proyectos, que son el vehículo para alcanzar los objetivos estratégicos, por ello en cualquier nivel se requiere de una práctica de dirección de proyectos que permita optimizar los recursos que le dedican. Pero el trabajo no solamente queda a nivel organizacional, también a nivel personal.

“Todos tenemos proyectos y hoy somos el resultado de todos ellos. Con esta premisa más nos vale tener una disciplina para obtener resultados esperados”, asegura Jorge Valdés Garciatorres, experto en dirección de proyectos y autor del libro El camino ágil hacia la PMO.

Él platica a El Economista que esta publicación habla de una entidad que es el Project Management Office (PMO), detalla que se trata de una oficina de proyectos, una especie de área nueva de Recursos Humanos y finanzas, y que se encarga de poner orden y acompañar el ejercicio de la práctica de los proyectos. “que la gente no esté inventando el hilo negro todo el tiempo, sino que se base en las mejores prácticas y el camino recorrido de la organización, para crear rutas de ejecución de proyectos predefinidas que ayuden a ser más efectivos, eficientes y llegar a la meta”.

Esta área se establecen los marcos de trabajo, se tiene un rol normativo y al mismo tiempo de acompañamiento y ayuda. El especialista asegura que en breve esta será una pieza indispensable en las empresas, así como hoy nadie pone en tela de juicio la importancia del área de Recursos Humanos. “Es el área que va a velar por el buen desempeño de los proyectos”.

Valdés Garciatorres explica que hasta ahora mucha gente no ve necesaria el área, incluso cuestiona el papel del project manager, pero se trata de las personas que analizan la información para encontrar mejores formas de hacer las cosas.

Después de 30 años de experiencia y 10 como consultor ayudando a diferentes empresas para desarrollar el área de PMO, Valdés Garciatorres se dio a la tarea de documentar el camino que se ha seguido a través de la experiencia para que la gente tenga conciencia de las ventajas de tener esta figura en la organización.

El Project Management Office

El autor de El camino ágil hacia la PMO, explica que este tema ha cobrado relevancia en los últimos 30 años. Tiene sus antecedentes a raíz del proyecto Manhattan, que consistía en la investigación y desarrollo llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial y que produjo las primeras armas nucleares, pero ya como disciplina profesional, empezó a cobrar forma en los años 60, en este momento surgió el Instituto de Dirección de Proyectos (PMI) el cual empezó a aglutinar las buenas prácticas alrededor del mundo.

“Todo comenzó muy en pequeño”, pero en los años 80 creció exponencialmente el número de membresías de esta organización y comenzó a promover certificaciones que hablan del dominio sobre la disciplina. “A partir de esto comienza a cobrar auge”.

Por otro lado, un fenómeno que va de la mano es el grado de madurez de las organizaciones. Normalmente las trasnacionales y con más recursos hacen buenas inversiones tanto en formar a sus equipos de trabajo y capacitarlos, como en desarrollar o adquirir metodologías que ayuden a la gente a dejar la improvisación; para empresas medianas y pequeñas, esto dependerá del nivel de conciencia que tenga la alta dirección, pues, aunque se hagan proyectos, las empresas no están conscientes de que los están haciendo, se hace de manera empírica y con muchos accidentes en el camino.

Asegura que hoy ya se tiene bastante evidencia de lo que pasa cuando no se tiene una buena práctica de dirección de proyectos, con sonados fracasos, el mismo PMI ha revelado que para 2028 se van a requerir alrededor de 80 millones de posiciones alrededor de la dirección de proyectos, incluso se habla de la economía de proyectos, donde las empresas ya no trabajan tanto por procesos sino por proyectos, pues es lo que permite que las empresas sean adaptables y se ajusten a las necesidades cambiantes del mercado.

El especialista concluye que el costo de no gestionar correctamente es muy alto, “hay empresas que incluso comprometen su futuro y trascendencia por no tener una buena práctica de dirección de proyectos, la PMO es un catalizador de la madurez en la dirección de proyectos y ayuda a que las organizaciones adopten esta práctica de manera más rápida y sistémica, para tratar de generar la mayor disrupción posible, pero a la vez que te permita empezar a ver resultados en el corto plazo”.