Lectura 2:00 min
La libertad de emprender
En esta búsqueda de bienestar económico a cualquier nivel, no todos se detienen a ver lo más importante: la libertad.
Conforme vamos creciendo surgen las dudas sobre qué haremos para subsistir, para obtener los recursos que nos permitirán adquirir todo aquello que necesitamos, desde lo básico, como la comida, un techo, vestido, etc. hasta artículos que, si bien no son de primera necesidad, deseamos tenerlos.
Los más afortunados nos dedicamos a aquello que es nuestra vocación, otros muchos viven tratando de disfrutar aquello que medianamente “les gusta” o “toleran” y algunos otros buscan un sustento haciendo aquello que pueden hacer, sin ser esto, necesariamente, algo que les guste o disfruten.
En esta búsqueda de bienestar económico a cualquier nivel, no todos se detienen a ver lo más importante: la libertad.
El ser humano nació para ser libre y ser libre significa tener el derecho a elegir sobre nuestros actos.
Cuando buscamos un trabajo solamente pensando en el bienestar económico y no lo más importante que es ejercer nuestra vocación y hacer día a día aquello que nos apasiona, estamos negándonos a nosotros mismos el derecho a la libertad.
Esta libertad puede encontrarse dentro de una organización, al llevar un deporte al terreno profesional o al encontrar en el arte una forma de ganar dinero, un sustento; siempre y cuando esto que hacemos sea algo que nos lleve a la felicidad.
Hay muchas formas de ser libre y hacer lo que más amamos, pero no cabe duda de que la mejor de todas es tomar la responsabilidad de aquello que queremos hacer e iniciarlo por nosotros mismos, es decir, emprender.
El emprendimiento nos permite hacer lo que queremos, disfrutar de aquello que más nos apasiona y desarrollar todos nuestros talentos, mientras ganamos dinero y podemos proveernos un sustento.
Enseñar a los niños a emprender desde la infancia, les permite ver que ganar dinero haciendo lo que les gusta es algo posible y no solamente un sueño que pocos alcanzan.