La mexicana que lleva el arte textil al mundo, evitando la apropiación cultural

Unir la moda con el arte mexicano impulsó a Erika Álvarez a crear una marca de textiles hechos por artesanas de Oaxaca y Chiapas y llevar los productos alrededor del mundo.

La idea de apoyar a los artesanos y ofrecer un pago justo surgió hace 11 años, cuando Erika estudió una maestría en Londres en mercadotecnia internacional de moda. Luego de terminar el curso regresó a México y buscó la forma de impulsar la economía de las artesanas y darles el crédito por su trabajo, pues muchas veces los diseños sirven de inspiración para grandes pero las ganancias no llegan a sus manos.

La emprendedora inició vendiendo en línea, pero al llegar la pandemia la industria de la moda se vio afectada y las ventas cayeron; sin embargo, hubo interés en la moda sustentable, ahí surgió la idea que crear Koua Studio, ubicada en Londres, una empresa que vende los textiles de las artesanas por medio de un trabajo colaborativo, es decir, conecta a diseñadores de moda con los artesanos, evitando la apropiación cultural.

A este impulso del trabajo de las mujeres mexicanas se suma el cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad, pues ha trabajado con compañías que apuestan por reciclar las prendas y así tener menor impacto en el medio ambiente.

Ejemplo de ello es la colaboración con Gent London, una marca de Londres que apuesta por las prendas usadas, que son intervenidas por artesanos de Zinacantán, Chiapas.

“Le damos un giro a la moda responsable en dos sentidos, valorar el arte hecho en México con un pago justo y al mismo tiempo ropa reciclada”, comenta la emprendedora.

Otra de las colaboraciones es con Yomisma, marca que comercializa las prendas en Los Ángeles y Nueva York. Cada textil de esta colaboración es hecho a mano y las artesanas tardan aproximadamente cien horas en terminarlo.

Además, se busca brindarles trabajo todo el año “una de mis metas como líder es generar un ingreso mensual estable para impactar a mayor escala en la vida de las artesanas.”

La compañía también ha trabajado con otras empresas europeas y estadounidenses, las cuales adquieren algodón orgánico teñido con materiales naturales como cochinilla y plantas, y telas hechas a mano por artesanas de Oaxaca y Chiapas.

El objetivo de estas colaboraciones es reconocer el trabajo de las artesanas con un pago justo, el crédito por los diseños e impulsar su economía, pues al obtener un ingreso por su trabajo pueden impulsar a su familia. 

Modelo de negocio

Erika comenta que el número de las artesanas que trabajan en Koua Studio varía de acuerdo a los proyectos y pueden ser de 10 a 20. La forma de pago se calcula de acuerdo con los diseños, pero se hace un calculo entre el tiempo que trabajan, el costo del material y el tipo de bordado o tejido, el objetivo es que ganen más que un salario mínimo. 

También se busca que los diseñadores les den el crédito a las artesanas, por ello un porcentaje de la venta se destina a ellas. “Esto es un incentivo para el consumidor, y para los artesanos, porque saben que si cumplen en tiempo, forma y calidad pueden tener un porcentaje extra”.

Comenta que la relación con lar artesanas es de confianza, pues muchas no hablan español y se requiere un intermediario que les hablé de las oportunidades y les expliqué lo que puede pasar si fallan en los tiempos de entrega.

También se capacita a las artesanas para que conozcan el precio que deben cobrar por su trabajo, el valorar que tiene su arte y el patrimonio cultural que está detrás de sus piezas.

Para asegurar que los productos lleguen al destino final, Erika firma contratos con las compañías donde Koua se hace responsable del producto en México, y el embarque y el demás proceso corre a cargo de la organización que realizó la compra, ello porque no tiene control de los translados fuera del país.