La piel de borrego la llevó a emprender en cosméticos

Verónica Cruz Gómez quería estudiar una carrera, pero su sueño se truncó porque tenía que ayudar en el negocio de sus padres; años después no sólo cumplió su anhelo, sino que ahora tiene su propia empresa ­Uni-collagen, cremas hechas a base de colágeno de piel de borrego.

La emprendedora comenzó a estudiar la prepa abierta por motivación de su esposo; posteriormente, ingresó a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), donde estudió ingeniería agroindustrial. En ese camino vio cómo las pieles de borrego que no se utilizaban para la barbacoa, platillo típico del estado, se desechaban a la basura, lo que aumentaba la contaminación. Ahí decidió actuar.

En colaboración con su esposo, quien es doctor en ingeniería industrial, y una compañera de la carrera analizaron las propiedades que brindaba la piel y se enfocaron en el colágeno, que podrían utilizar en cosméticos, especialmente en cremas que cuiden la piel.

“La tecnología la realizó Gabriel Aguirre (su esposo) después de hacer estudios en Inglaterra y consiste en extraer y purificar el colágeno del borrego, lo que ya está en patente”, declaró en entrevista a El Economista durante la Semana Nacional del Emprendedor 2018.

De esta forma, en el 2015 incubaron la empresa y para el 2017 empezaron a comercializarla en las tiendas Garza shop que pertenecen a la UAEH y después ingresaron a tiendas naturistas. En este año, dieron otro paso al buscar dar trabajo a mujeres que quieran afiliarse y obtener buenas ganancias.

“La empresa es para beneficio de la mujer, para generar nuevos empleos y que tengamos un producto de calidad a un precio justo. Tenemos muchos cosméticos, pero extranjeros y muy caros. Además, en México hay mucha materia prima que se desperdicia, a la que nosotros le damos una nueva vida”, expresó.

Actualmente, sus productos se encuentran en tiendas de Pachuca y Tulancingo, así como en su página web y los precios van desde los 199 hasta 499 pesos.

Premio emprendedora del año de AMMJE

Reconociendo su labor, Verónica fue premiada como la emprendedora del año de la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa (AMMJE), galardón que se creó este año con el objetivo de fomentar el espíritu innovador de las socias.

“En esta primera edición se recibieron muchos proyectos de toda la República que demuestran que nuestras socias AMMJE son empresarias que buscan dar valores agregados en el sector que se desarrollan. La convocatoria fue para quienes crearon, modificaron o impulsaron su empresa entre el 2017 y el 2018”, explicó Blanca Estela Pérez, presidenta de la AMMJE.

Para Verónica este premio representa el esfuerzo que ha hecho, lo que la impulsa a seguir por más. La emprendedora que no había ido a la universidad, hace un semestre terminó su carrera y ahora está estudiando una maestría en dermocosmética para seguir mejorando. El camino no es fácil, pero sabe que con dedicación y pasión por lo que hace seguirá teniendo buenos resultados.

“Nunca es tarde para estudiar y seguirse preparando, así como para cumplir tus sueños”, finalizó.

elizabeth.lopez@eleconomista.mx