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Mala gestión de inventario causa muerte de Pyme
Lo ideal es realizar inventarios diarios, calendarizarse y hacer de esto una rutina para lograr detectar errores y fugas de manera casi inmediata.
En promedio una pequeña y mediana empresa (Pyme) en México, tiene un tiempo estimado de vida de dos años y 70 de cada 100 cinco años, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y aunque muchos son los factores que la llevan a la quiebra, hay uno en particular: no tener buen control de inventarios y almacenes, lo que genera robos como los famosos “hormiga” o pérdida de control del negocio.
La desarrolladora de sistemas administrativos para Pymes, Microsip, refirió la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas del Inegi que reveló que se generaron cerca de cuatro millones de delitos asociados con 1.6 millones de unidades económicas.
Lo anterior significa que por cada empresa se cometieron 2.5 crímenes y el delito que mayor prevalencia delictiva tuvo fue el robo hormiga, seguido por el robo de insumos o dinero, destacó la empresa en un comunicado.
En este contexto, el director de la Oficina de Microsip en Ciudad de México, Israel Coto, menciona que si bien existen diferentes variables, las pérdidas más significativas se dan en las ventas y los inventarios.
“Podemos decir que es muy común que empresas pequeñas no lleguen a tener un control de inventario porque no saben cómo controlarlo, por lo tanto optan por no hacerlo”, comenta el experto.
Una práctica común es que las empresas hacen un conteo a final de año, debido a que lo hace el personal, son horas adicionales que se deben pagar, por lo que representan un costo extra; estos inventarios duran largas jornadas de conteos y los empleados lo hacen correctamente sólo durante las primeras horas, por lo que el error humano es un factor crítico del resultado.
Por ello, Microsip recomendó mantener un control de entradas y salidas: aprender cómo se comporta la mercancía, cómo se vende y cómo se compra.
Asimismo, clasificar los almacenes, ya que es importante tenerlos bien identificados, así como establecer el flujo de mercancía entre ellos, toda vez que puede existir un almacén general, pisos de venta, exhibiciones, eventos especiales y cada uno de ellos tienen sus propias reglas.
Aconsejó también clasificar mercancías; es recomendable hacerlo por un orden lógico, por familia y departamentos, además se deben implementar localizaciones por almacén para saber en qué pasillo, anaquel, altura y posición se encuentra cada producto.
A lo anterior se suma orden y limpieza, así como considerar el peso de la mercancía, la presentación o empaque y su rotación.
Una vez considerados estos puntos, se pueden realizar conteos con base a diferentes clasificaciones como pueden ser: productos más vendidos, los de alta y baja rotación, los de mayor costo, los de mayor utilidad, los de moda o temporada, e incluso, los que estadísticamente roban más.