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Medidas antitabaco evaporan 25% de las ventas de las tienditas
Los pequeños comerciantes como las tienditas tener a la vista los cigarros, se pueden tener afectaciones de 10% a 25% en sus ventas generales, pues la venta de este producto funciona como “gancho” para adquirir otro tipo de mercancía.
Con la entrada en vigor del nuevo reglamento para el control del tabaco, donde se prohíbe a los pequeños comerciantes tener a la vista los cigarros, las tienditas pueden tener afectaciones de 10% a 25% en sus ventas generales, pues la venta de este producto funciona como “gancho” para adquirir otro tipo de mercancía, revela Gerardo Cleto López Becerra, presidente de ConComercio Pequeño.
“La venta de cigarros deja poco margen de ganancias, al igual que los refrescos, pero éstos son productos gancho porque cuando los consumidores van a adquirirlos, se llevan otras cosas como pan, café, botanas, entre otros. Al no tenerlos exhibidos se reducen las ganancias por día”, explicó en entrevista con El Economista.
Si un negocio gana, por ejemplo de 3,500 a 5,000 pesos, con la regulación del tabaco, puede obtener solamente de 2,625 a 3,750 pesos, efectos que ya se comienzan a ver, pues al ser pequeñas tiendas las ventas se contabilizan por día. En tiendas cercanas a zonas de oficinas, la venta de cigarros representa 40% de sus ventas, lo que también se verá afectado.
Si a esto se suma la crisis que han vivido los pequeños negocios desde el año pasado con el tema de la inflación y el alza de costos, y ahora la cuesta de enero, la cual este año comenzó desde diciembre de 2022, los negocios pueden entrar en mayores crisis.
El efecto en las tienditas
Aurora García, dueña de la tienda de abarrotes “La Montaña” en Ciudad de México, forma parte de los más de 800,000 pequeños comercios de este tipo en México que enfrentan una situación critica por las ventas, no solo por las normas del tabaco, sino los efectos que han venido arrastrando en los dos últimos años, especialmente durante la pandemia.
“Sí ha sido muy duro y cuando creíamos que ya íbamos mejor llegó lo de la inflación y todo subió de precio. Como hemos podido hemos hecho frente y cambiado lo que vendemos, poco a poco ahí vamos. Con esto del tabaco sí hemos visto cambios, pero aún no sabemos bien cómo estará”, relató Aurora.
Explicó el primer día que entró la medida, el lunes 16 de enero, no vio una reducción en las ventas porque los clientes habituales, aunque no veían el producto pedían directo, pero otros que llegaban a comprar y no veían mostrados los cigarros, creían que no había. Gran parte de esto es porque muchos no están enterados de las nuevas medidas.
“Algunos que han venido buscan y me preguntan ‘¿ya no tiene cigarros, verdad, doña?’ Y ya les decimos que sí hay, solo que por los cambios ya no están a la vista, les da risa pero sí piensan que ya no vendemos. Algunos ya en la plática me han dicho, ‘creí que ya no vendía porque ayer pasé y como no ví, ya ni entré a comprar. Los clientes de siempre piden y todo, pero los nuevos u otros que no son de mucho hablar, si no lo ven, se van porque también quitamos los anuncios de los mismos. Desde ayer en la noche sí ya vimos un efecto”.
Reglamento atenta contra pequeños comercios
El presidente de ConComercio Pequeño, detalló que esta nueva medida por parte de las autoridades viola el derecho de los comercios de exhibir lo que venden, al igual que de los consumidores, quienes tienen libre decisión de lo que pueden consumir.
En defensa de querer cuidar la salud, razón por la que se modificó el reglamento, se “avienta la 'bolita' al sector comercio para que resuelvan un problema que las autoridades no han podido resolver en materia de educación, atención y prevención en hospitales. No hay estudios que comprueben como esta campaña incide en la reducción del consumo de tabaco”.
López mencionó que históricamente el cigarro nunca se ha prohibido, y hoy en día es un negocio legal que paga impuestos y genera empleos, por lo que estos cambios sobre su venta son contradictorios a lo que indica la ley sobre legalidad y libertad de comercio. Además, a quienes se castiga es a los pequeños comerciantes, la base de las empresas abarroteras.
“No se puede acusar a un comerciante ni se le puede responsabilizar de los efectos del tabaco. Hay mucho enojo del sector comercio por atentar contra sus derechos de comercialización. Estos pequeños negocios son la base de grandes empresas como misceláneas, tabaquerías, mini supers, etc, con 800,000 puntos de ventas, donde tan solo en Ciudad de México y Estado de México se concentran 200,00 puntos. Ninguna empresa tiene tantos puntos de ventas como estos negocios”.
Asimismo, estas disposiciones incentivan el crecimiento del mercado negro, porque aunque en las tiendas establecidas no se muestre el producto, el consumo del tabaco no disminuirá se buscará comprar en otros medios.
López Becerra detalló que previamente con medidas impuestas al tabaco como prohibir la venta unitaria, el comercio informal se exponenció porque lo que no podían comprar por pieza en tiendas, lo tenían en puestos callejeros. Ahora, se prevé una situación similar porque estos comerciantes informales sí tienen a la vista los productos y se ubican en diferentes puntos de la ciudad. Tan solo en una estación del metro, se pueden tener entre seis y ocho puntos de venta, y en las calles de ocho a 14 puntos, aproximadamente.
Los vendedores informales, dijo, pueden ganar de 700 a 1,000 pesos diarios solo por cigarros, con estos cambios las cifras pueden crecer, además no garantizan la seguridad de los compradores, pues muchos productos son de contrabando de China, India o Centroamérica, no están regulados por la Cofepris, están caducados o contienen ingredientes ajenos a un cigarrillo.
“Es una falacia indicar que al exhibir el producto en tienditas se considere publicidad, es un agravio al derecho de exhibir. Nosotros tratamos de hablar con la Secretaria de Economía, dirigida por Raquel Buenrostro y la consejería jurídica para negociar, pero no obtuvimos respuesta, eso desde 2022”.
Amparo, clave de supervivencia
Ante las implementaciones del reglamento, López Becerra considera que la mejor opción para los pequeños comercios es ampararse porque además de que se sufrirán daños en las ventas, los comerciantes pueden caer en manos de la corrupción.
Para el cumplimento del reglamento, los encargados de vigilarlo es la Cofepris, pero aliados a estos están las autoridades locales quienes en búsqueda de no sancionar económicamente o con el cierre del negocio, pueden tener malas prácticas y pueden surgir, también, falsos inspectores.
Una forma de prevención ante todo es ampararse, lo cual ya están considerando los comerciantes y 350 ya están en proceso, de acuerdo a lo registrado por ConComercio Pequeño.
De seguir esta medida, se estima que más de 1,000 amparos se generarán en esta etapa de aplicación de la regulación.
Con el fin de ayudar a los comerciantes, ConComercioPequeño puso a disposición el número 8006490787 para asesorar a los pequeños comerciantes. El primer día, se recibieron más de 1,500 llamadas para saber cómo actuar.
Para Aurora esta podría ser una opción a seguir, aunque continuará monitoreando el movimiento en los siguientes días para ver si lo solicita o no. De su lado, está informando a los clientes que los cigarros ya no se exhibirán.
“Como muchos no saben de esto, les vamos explicando y también nosotros andamos informados en todo, no queremos que nos caiga una multa o hasta la cárcel como leímos. Somos un negocio honesto, de familia y siento que a veces nos ponen muchas trabas, pero siempre buscamos cómo salir adelante”, finalizó.