Nuevas generaciones: ¿Cómo atraerlas a la empresa familiar?

El primer reto al que se enfrenta la primera generación de una empresa familiar es encontrar un modelo de negocio exitoso, el segundo es lograr una administración sana y un crecimiento sostenible que garantice la viabilidad del proyecto algunos años, pero eso es sólo el inicio, a partir de ahí, comienzan los cuestionamientos más importantes, entre ellos: ¿Cómo será cuando ya no estemos? ¿Quién le dará continuidad a todo esto?

Estas empresas no sólo nacen con la idea de proveer a la familia de lo necesario, al mismo tiempo corren con la responsabilidad social de mejorar todo su entorno, esto con la intención de construir un mejor futuro, pues saben que el mundo que ellos construyan será el que sus futuras generaciones hereden.

En este proceso se van mezclando los valores y principios que caracterizan a la familia y que serán los que trasciendan a través del tiempo, así lo menciona Alfonso Urrea Martín en su libro: Vivir, trabajar y crecer en familia.

“Cuando una persona muere lo único que queda es el recuerdo de lo que fue y el legado de lo que hizo. Este pensamiento lo hemos extrapolado a la compañía y lo reflejamos en nuestra visión: ser la mejor empresa para nuestros clientes, proveedores colaboradores y accionistas. Y en nuestros principios: Ser un ejemplo como empresa familiar y al mismo tiempo, tener una profunda integración con nuestros colaboradores”.

En este sentido, te compartimos tres de las claves que han empleado estas empresas para asegurar que sus futuras generaciones tengan una cultura de continuidad basada en lo que sus familias representan dentro del mundo empresarial.

1. Patrimonio intangible

Este patrimonio está compuesto principalmente por los principios y valores que caracteriza a la familia, así como su ética, filantropía, reputación y todo aquello que emiten como organización a la sociedad. 

Rodrigo Calderón, consultor principal de RBL Group señala que la tarea de sus líderes es transmitir toda esa filosofía a las nuevas generaciones definiendo de forma muy específica quienes son, el por qué tienen esos valores y enseñarlos a través de las acciones y realidades que tienen como familia y empresa.

Una empresa familiar puede administrar de forma muy acertada su patrimonio tangible, (marcas, patentes, bienes raíces, portafolio de inversiones, etc.); sin embargo, si no son se enfocan en cuidar su patrimonio intangible, sus buenas acciones a nivel financiero no perdurarán con el tiempo.

“Cuidar y mantener el patrimonio intangible es responsabilidad de todos los miembros de la familia: respetar y transmitir los principios, la ética y los valores; fomentar la comunicación y la cohesión, crecer la historia, la gobernanza y la visión compartida del negocio, para que al mismo tiempo no vendan su participación y repartan ese dinero, así debe cuidarse este patrimonio”, señala Alfonso.

2. La importancia del futuro

A estas organizaciones no les importa sólo el corto plazo, están muy enfocados en cuáles y cómo cumplirán sus objetivos a futuro, esta visión a largo plazo está enlazada en gran medida en la forma en la que prepararán a las siguientes generaciones, pues la intención es que hereden una responsabilidad que se tiene que llevar con un sentido de propósito en el legado de la familia, entendiendo no sólo el por qué, sino el para qué.

“Las familias empresarias se enfocan en el futuro, lo construyen, sus diálogos se basan en el futuro y en la constante comunicación en la que se establece la claridad de expectativas entre generaciones, que incluyen abuelos, papás, hijos, sobrinos, etc. Debe ser un canal donde todo el mundo cabe, pues el liderazgo de la familia no sólo viene de el que trae la plata, viene también de la abuelita y de todos los pilares de la familia, así se construye el futuro”, indica Rodrigo Calderón, consultor principal de RBL Group.

3. Creación de líderes

Los líderes que la familia vaya formando deben tener atributos que les permitan dar continuidad a lo que en años anteriores se ha hecho bien, pero al mismo tiempo, que pueda adaptarse a los cambios que gradualmente el mercado le presentará, por lo que deben de tener un sello que los identifique y ayude a construir el futuro de desean.

“El liderazgo es el factor más importante en la generación de bienestar de cualquier empresa y partimos de la base de que el mejor liderazgo es aquel que da resultados, pero esos resultados hay que conseguirlos de la forma correcta y ahí es donde se evalúan los atributos y el sello que caracteriza a la familia y a quien la lidera, de tal forma que tengan claro qué están construyendo para su futuro”, finalizó Rodrigo.