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Pan de muerto, tradición que aumenta la venta de las panaderías
Los pequeños negocios apuestan por crear variedad de pan de muerto como el relleno de queso con zarzamora o nata, incluso se fabrica pan con azúcar negra y para personas con diabetes
El pan de muerto es uno de los alimentos más esperados por los mexicanos, de hecho, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) señala que siete de de cada 10 mexicanos lo consumen.
La popularidad ha sido tal que cada vez se amplía la temporada de venta, pues las panaderías comienzan a venderlo desde septiembre. Ejemplo de ello es Norberto Ramírez, quien tiene una panadería llamada Icacos en Cuautitlán Izcalli, donde empieza a preparar pan de muerto desde este mes.
En entrevista Norberto platica que comienza la temporada preparando 40 piezas al día, y poco a poco aumenta su producción hasta el 1 y 2 de noviembre, cuando los consumidores compran el pan para la ofrenda o para la escuela; sin embargo, la venta más fuerte se da previo al Día de Muertos.
De acuerdo con Instituto Nacional de Estadística y Geografía, (Inegi), en México existen 60,000 panaderías y el 97% son micro y pequeñas empresas familiares que durante octubre y noviembre aumentan el 40% la venta de pan.
En México, el sector panadero genera 841,000 empleos, con un salario promedio de 6,700 pesos al mes y las mujeres representan el 68% de la población ocupada en esta actividad.
Pan de sabores, rellenos y para personas con diabetes
Norberto hace pan de muerto tradicional: de ajonjolí y azúcar, pero en los últimos años ha incrementado la venta de pan relleno, pues son los mismos consumidores quienes le piden más variedad, por ello hace relleno de queso con zarzamora y chocolate.
De hecho, las panaderías a nivel nacional se han vuelto más creativas, haciendo pan de muerto relleno de nata, chantilly o hecho con flor de cempasúchil y algunos con azúcar negra, lo que le da un color particular al pan.
Andrea Leyva es una emprendedora que también ha implementado su creatividad y conocimientos, debido a que hace pan de muerto para personas con diabetes o que son alérgicos a algún ingrediente, pues al ser un producto que tiene mucha azúcar, apuesta por una opción más saludable.
Las creaciones de Andrea sustituyen el azúcar por un endulzante de fruto del monje, cada creación es única debido a que los panes son hechos a la necesidad de cada consumidor.
Andrea trabaja desde casa en su panadería Pan de Dios ubicada en Cholula, Puebla y desde octubre levanta pedidos por redes sociales y WhatsApp, lleva cinco años ofreciendo productos para que cualquier persona pueda degustar una pieza de pan.
Pandemia y alza de precios
Norberto comenta que durante la pandemia el pan se vendía más, porque el sector panadero no tuvo que cerrar durante la contingencia sanitaria; sin embargo, ante la gran cantidad de panaderías ha tenido que buscar la forma de diversificarse, por ello ha establecido puntos de venta en fraccionamientos, donde vende de lunes a viernes.
Ya no es como hace muchos años, que ponías una panadería y vendías el pan, ahora tienes que salir a ofrecer tu producto, ya no es lo mismo de hace años, el pan lo venden en todas partes; en farmacias y tiendas, todos andan ofreciendo en coches o en triciclo en las colonias. Pero es un negocio noble y si uno hace bien las cosas te va bien”, comenta Norberto que lleva 14 años con el negocio.
Sin embargo, el alza de los insumos lo ha llevado a ajustar los precios, de acuerdo con la Anpec, la celebración de Día de Muertos tuvo un aumento del 30% para los mexicanos y el pan un incremento del 25 por ciento.
Además, la Cámara Nacional de la Industria Panificadora dice que el aumento del precio del azúcar, el huevo y las harinas ha llevado a los panaderos a reajustar los precios, así el pan llega a costar entre 13 y 15 pesos, pero el gourmet, como el pan de muerto relleno familiar puede costar 200 pesos.
“Hemos estado aguantando los trancazos porque se refleja en la economía de la gente, la misma gente te dice ‘no hay dinero’. Si antes te compraban 100 pesos de pan, ahora compran 50 pesos, si compraban tres veces a la semana ahora una o dos”, precisa Norberto.