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Reflexión de fin de año: Los errores, ¿frustración o aprendizaje?
Los errores son parte del aprendizaje diario y todos los cometemos, sin embargo, no todos los enfrentamos de la misma forma. Sentimientos como enojo, frustración y miedo son los que comúnmente invaden a las personas cuando se equivocan, pero hay quienes en lugar de lamentarse deciden aprovechar la experiencia para aprender y salir adelante.
Los errores son parte del aprendizaje diario y todos los cometemos, sin embargo, no todos los enfrentamos de la misma forma. Sentimientos como enojo, frustración y miedo son los que comúnmente invaden a las personas cuando se equivocan, pero hay quienes en lugar de lamentarse deciden aprovechar la experiencia para aprender y salir adelante.
Un estudio de la revista Psychological Science reveló que las personas que piensan que pueden aprender de sus errores tienen una reacción cerebral que les permite recuperarse con éxito tras cometer un error. Por el contrario, quien asume los errores en sentido negativo, se frustra, se bloquea y, en un segundo intento, es probable que vuelva a fallar.
Sin embargo, aprovechar el potencial de los errores no es sencillo. Por eso, al finalizar este año y a punto de iniciar el 2016, en OCCMundial te presentamos seis pensamientos que te ayudarán a reflexionar para convertir los errores en una ventaja competitiva:
- 1. Equivocarme es lo mejor que me pudo ocurrir. Toma en cuenta que las personas exitosas siempre buscan la perfección, pero se permiten cometer errores e intentar una y otra vez las cosas antes de tener éxito. Hay muchos ejemplos de errores que han llevado a grandes descubrimientos, por ejemplo, Alexander Fleming, quien descubrió la penicilina cuando accidentalmente dejó abierto uno de sus frascos de laboratorio.
- 2. Si nadie más se entera, no hay error. No hace falta que ventiles tus equivocaciones, lo que sí es necesario es que analices si debes de comentarlas con tu jefe o alguna otra persona para que juntos busquen la mejor solución.
- 3. Los errores ocurren en el peor momento. Una de las leyes de Murphy dice que las cosas salen mal en el peor momento. Esta frase es cierta, pero no es coincidencia. La presión, el cansancio o el estrés nos hacen más propensos a cometer errores y nos quitan tiempo para reconocerlos y solucionarlos. La mejor forma es tranquilizarnos para evitar riesgos en los momentos de mayor tensión.
- 4. Errores llaman a errores. Cuando cometemos un error importante, tratamos de corregirlo tan rápido que no pensamos en las consecuencias y esto nos lleva a cometer más errores o equivocaciones mucho más grandes. Si estás en una situación delicada y cometes un error, mantén la calma, reflexiona y tómate el tiempo necesario para encontrar la mejor solución.
- 5. Más vale prevenir que darle “click”. En la era digital y las redes sociales, los errores se pueden propagar a una velocidad increíble y mucha gente lo notará. Por eso, asegúrate de revisar y volver a leer cualquier cosa antes de que la envíes. Una vez que oprimes el botón de “enviar”, no hay nada que puedas hacer para evitarlo.
En cada decisión que tomamos en nuestra vida laboral diaria, desde la más simple hasta la más importante, corremos el riesgo de equivocarnos, pero no aceptar los errores, achacárselos a otros, empeñarse en alcanzar la perfección o ignorarlos, son actitudes que pueden convertirse en verdaderos obstáculos para tu crecimiento personal y profesional. No lo permitas durante este 2016.
¡Feliz y productivo Año Nuevo!