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Riesgos y oportunidades
La semana pasada hablamos sobre la administración de riesgos en el entorno actual, hoy quiero continuar el tema con la famosa frase de que “la crisis son oportunidades”, complementando lo que mencionábamos en el artículo anterior, respecto de que una función de la administración de riesgos es la búsqueda de oportunidades.
La semana pasada hablamos sobre la administración de riesgos en el entorno actual, hoy quiero continuar el tema con la famosa frase de que “la crisis son oportunidades”, complementando lo que mencionábamos en el artículo anterior, respecto de que una función de la administración de riesgos es la búsqueda de oportunidades.
La misión primordial de cualquier tipo de entidad es cumplir con los objetivos para los cuales fue creada, siendo, en cualquier caso, estos objetivos cubrir una necesidad de la sociedad en la cual está inmersa, ya sea con o sin fines de lucro.
La administración de las entidades, entonces, tiene la obligación de alcanzar dichos objetivos de la mejor manera posible, buscando la mayor eficiencia y eficacia en todas las tareas necesarias para hacerlo. Sin embargo, siempre existen oportunidades para, ya sea ampliar los objetivos o encontrar objetivos que complementen o coadyuven en el logro de los objetivos primordiales.
Sin embargo, en esa búsqueda de cumplimiento de objetivos, siempre existen riesgos ya sea de no alcanzarlos o que puedan comprometer los recursos necesarios para alcanzar esos objetivos.
Es decir, que cualquier oportunidad implica riesgos, que también tienen que ser administrados con objeto de alcanzar los mejores resultados. Para esto es necesario entender que como parte del proceso de diseño estratégico y toma de decisiones, el riesgo es un elemento muy importante, y dentro de esto el apetito al riesgo es parte de esa toma de decisiones.
El apetito al riesgo es el reconocimiento dentro del proceso administrativo de toma de decisiones de aquella frase que dice “el que no arriesga, no gana”. Cualquier nueva oportunidad que surja, trae consigo un riesgo, y uno de los elementos fundamentales para encontrar oportunidades es desarrollar un saludable apetito al riesgo.
Para esto, el l Comité de Organizaciones Patrocinadoras de la Comisión Treadway (COSO por sus siglas en inglés) recomienda seguir los siguientes pasos:
1. Insertar el apetito al riesgo en el contexto del negocio. Esto quiere decir que la organización debe entender que tomar riesgos para innovar y crecer es inherente a la entidad, pero que ese apetito al riesgo debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse a las condiciones cambiantes.
2. Ligar el apetito al riesgo con la estrategia. Requiere un sentido de la cantidad y tipo de riesgo aceptable y necesario para seguir las estrategias y los objetivos. Enfrenta los enfoques basados en objetivos y en riesgos.
3. Contribuciones al apetito al riesgo. Los principales contribuyentes al apetito al riesgo son los siguientes:
- Misión y visión de la entidad. Aportan la forma en la que la entidad crea valor. Guía si las oportunidades están dentro o fuera de los objetivos de la entidad.
- Dirección estratégica. El apetito al riesgo es un elemente básico en la definición de objetivos estratégicos, en cuanto al alcance de las metas de desempeño.
- Perspectivas del consejo de administración y de la gerencia en cuanto al apetito al riesgo. Definen como será aplicado el apetito al riesgo en la organización, ya sea mediante el enfoque de objetivos o el de riesgos.
4. Desarrollo del apetito al riesgo para sustentar la estrategia y los objetivos. El consejo y la gerencia aplican uno o más enfoques para desarrollar el apetito al riesgo, incluyendo discusiones con facilitadores para revisar las estrategias y objetivos y sus resultados.
5. Comunicar claramente el apetito al riesgo para sustentar la toma de decisiones. La comunicación clara del apetito al riesgo mejora cuando hay una estructura homogéneamente aplicada, que considera un lenguaje claro, el nivel de precisión previsto y, preferiblemente, un enfoque en la estrategia y los objetivos en lugar de los riesgos. Esta comunicación necesita fluir en sentido descendiente desde el consejo pasando por la alta gerencia, la media, líderes operacionales y personal operativo.
6. Usar el apetito al riesgo para mejorar el desempeño. El apetito al riesgo puede ser visualizado desde un punto de vista del riesgo y del desempeño. El punto de vista del desempeño es el nivel de riesgo que se está dispuesto a asumir para alcanzar los objetivos, por otro lado, la perspectiva del riesgo sería si la pregunta es si se está tomando suficiente riesgo para alcanzar las metas. El consejo y la gerencia deberán establecer un equilibrio entre el riesgo y el desempeño esperado.
7. Respaldando el apetito al riesgo. El consejo y la gerencia deberán establecer un responsable de alto nivel para asumir las tareas de respaldo al apetito al riesgo, entre otras, ayuda a los responsables de las áreas operativas en la aplicación del apetito al riesgo y desarrollo de los indicadores que sean necesarios.