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¿Tu startup tiene un gobierno corporativo? Te decimos porqué es fundamental

Como cuaquier empresa, pequeña o grande, las startups requieren tener un gobierno corporativo, que ayude a tener reglas claras de la administración, mejorar las finanzas e incrementan el acceso a financiamiento.

Como cuaquier empresa, pequeña o grande, las startups requieren tener un gobierno corporativo, que ayude a tener reglas claras de la administración, mejorar las finanzas e incrementan el acceso a financiamiento.

La digitalización ha acelerado la creación de startups, pues la base del negocio suele ser la tecnología, lo cual les permite crecer de forma rápidamente; sin embargo, como cualquier negocio, pequeño, familiar o grande, la compañía requiere de un gobierno corporativo, que le ayude a tener reglas claras de la administración, mejorar las finanzas e incrementan el acceso a financiamiento.

A pesar de los beneficios que genera un gobierno corporativo, las startups, principalmente en sus primeras etapas, se centran en el desarrollo y operación de la compañía y es hasta que buscan financiamiento o levantan capital cuando se enfrentan a la necesidad de construir uno.

Un gobierno corporativo es la estructuración y la funcionalidad de todos los órganos o de los stakeholders de una compañía, desde empleados hasta accionistas, quienes tienen intereses en la misma, este ayuda a que los intereses de la compañía se enfoquen en el crecimiento de la empresa y no en el crecimiento individual de cada uno de los participantes, se vaya estructurando una visión conjunta para que todas las partes funcionen como un solo engranaje para que crezca mucho más rápido.

El gobierno corporativo de una startup es mucho más complejo porque los mismos stakeholders, por ejemplo los founders, tienen diferentes funciones es decir, uno de ellos puede ser accionista, presidente del consejo de administración y CEO de la misma startup, cumpliendo tres actividades que pueden coludir entre sí, lo cual puede causar conflicto de intereses, además de ser manejado por una sola persona, lo que lo vuelve más complejo en comparación con una empresa tradicional.

Cabe destacar que en una compañía tradicional, el CEO está alejado del consejo de administración y los accionistas de la toma de decisiones, lo cual hace más estática la estructura de su gobierno. Por su lado, la startup tiene un crecimiento acelerado debido a los levantamiento de capital y cada una de las etapas que se tienen que cumplir.

La obtención de capital también repercute en el gobierno corporativo, debido que a medida que van aumentando las rondas de financiamiento, capital semilla, ángel, serie A, B, etc, se tiene que estructurar un gobierno corporativo distinto, por lo que se vuelve bastante dinámica esta reestructuración, destaca en G2 Consultores.

El gobierno corporativo da confianza porque se sabe que hay un consejo de administración que está pendiente de lo que está sucediendo, existe un mecanismo de rendición de cuentas para efectos de lo que se tiene que divulgar y eso recae en un financiamiento más barato. Por ello te decimos cómo crear un gobierno corporativo adecuadamente:

  1. Crecimiento acelerado
  2. Es necesario para atraer a nuevos inversionistas.
  3. Las prácticas de gobierno corporativo deben encontrarse en línea con las expectativas de los inversionistas.
  4. Alinear las expectativas de los inversionistas es complicado para compañías innovadoras. (más aun sin una estructura de gobierno corporativo adecuada)
  5. Identificar los momentos adecuados para establecer ciertas prácticas evitará crear un Consejo de Administración débil o muy complejo para la etapa en la que se encuentra la startup.
  6. Mejora la transparencia.

No hacerlo te puede acarrear problemas como los que atravesó Uber, por ejemplo, quien se manejó con una estructura de gobierno disfuncional y una falta de control interno, entre otros temas delicados que ocasionarían una falta de confianza entre los inversionistas.

Otro ejemplo es el de la compañía, Zenefits que, debido a sus problemas de control interno, malas prácticas de los empleados, falta de seguimiento de KPI’s y controles internos, provocando que se mal informara a sus inversionistas, lo que concluyó en la solicitud de la dimisión de CEO por problemas de cumplimiento.

El último caso a destacar es el de WeWork en donde los inversionistas se rehusaron a comprar el sueño de su crecimiento. El IPO nunca sucedió, ya que no había control de la compañía, el CEO y founder tenía otra super mayoría y su aceleración fue poco transparente frente a los inversionistas, lo cual ocasionó una disminución de su valor por malas prácticas.

Editora El Empresario. Periodista especializada en emprendimiento, pymes, creación de negocios, management y liderazgo. Desde el 2017 coordina El Empresario

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