Sans, la pyme que apuesta por cerveza artesanal sin alcohol

El consumo del alcohol en México ha sido un tema que ha tomado relevancia en los últimos años, debido a que el 61% de la población lo considera un problema en el país, de acuerdo con la Encuesta Nacional Sobre el Consumo de Alcohol, realizada por Vital Strategies. 

Por ello, con el objetivo de fomentar el consumo responsable y concientizar sobre las nocivas consecuencias, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 15 de noviembre como el Día Mundial sin Alcohol.

Sin embargo, en el país, encontrar opciones de bebidas sin alcohol es complicado, relata Manuel Castro, cofundador de Sans, emprendimiento dedicado a la producción y comercialización de la primera cerveza artesanal sin alcohol en México.

La importancia de asociarse

La creación de Sans comenzó cuando Manuel optó por llevar un estilo de vida más saludable; sin embargo, las cervezas sin alcohol que estaban en el mercado no fueron de su agrado.

Por ello Ricardo Tinajero, amigo de Manuel, lo convenció de crear y vender una cerveza sin alcohol, con la que “pudiera demostrarle a la gente que se puede tener una vida divertida, pero sin alcohol”, relata el emprendedor.

Por ende, ambos amigos fundaron Sans en 2022, tras 18 meses de investigación y desarrollo de una receta que cumpliera con el objetivo de ofrecer una opción más saludable, pero sin perder el sabor y la esencia de una cerveza.

Sin embargo, crear una receta no fue fácil, debido a que ambos no tenían conocimiento previo sobre la producción de cerveza artesanal. A causa de esto, buscaron el socio adecuado para ayudarles a perfeccionar la idea.

De manera que, en 2023, se asociaron con Mario Galván quien, con sus conocimientos en ingeniería bioquímica, les ayudó a perfeccionar las primeras dos versiones de cerveza: La Golden Ale, con un nivel de amargor bajo y la IPA, con un nivel de amargor medio.

Introducción al mercado

Después de perfeccionar ambas recetas, durante el cuarto trimestre de 2023, lanzaron los productos al mercado en dos etapas; la primera fue vender en los restaurantes de la Ciudad de México y la segunda que el cliente final lo consumiera.

Las primeras ventas fueron positivas, debido a que se los emprendedores se dieron cuenta que existía un mercado que necesitaba un producto para aquellas personas que no consumen alcohol, aunado a que recibieron retroalimentación de sus clientes.

Hicimos un lote pequeño de 20 cajas y salimos a vender a restaurantes en la Ciudad de México, la estrategia de este año fue vender directo a restaurantes y a través del e-commerce”, comenta Manuel Castro.

También incursionaron en los canales digitales y a principios del 2024 abrieron su sitio web, en el que tuvieron un crecimiento mensual del 30 por ciento. En la actualidad están presentes en tres canales digitales (sitio web, Amazon y Mercado Libre), así como la presencia en más de 70 restaurantes, bares y antros.

Cabe mencionar que la importancia de tener presencia digital impacta en las nuevas generaciones, debido a que las personas que más visitan el sitio web y redes sociales son pertenecientes a la generación Z, pero quienes más consumen el producto es la población que tiene entre 25 a 45 años.

Compartir la receta y regulaciones de Profeco

Manuel Castro comenta que han enfrentado más de una problemática; la primera fue la necesidad de tener una planta de producción más grande, por lo que se aliaron con una cervecera en Veracruz.

Sin embargo, compartir la receta de un producto nuevo no fue fácil, pero la decisión de tener una planta productora benefició a la empresa para cubrir la alta demanda. “Eso nos ha ayudado mucho porque nos ha dado la capacidad de salir al mercado. Alrededor del 40% de la compra en el canal digital es recompra, es gente que lo ha probado y nos vuelve a comprar”, expresa Manuel Castro.

El segundo problema que enfrentaron fueron las regulaciones de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), que en septiembre de este año indicó que las cervezas que tienen menos del 2% de alcohol no son consideradas cervezas, sino bebidas no alcohólicas.

Esto implicó un cambio en Sans, debido a que ya contaban con etiquetas en las que decían que eran cervezas, por lo cual los emprendedores tuvieron que volver a etiquetar sus productos para cumplir con los lineamientos.

Una regulación de este tipo aleja un poco del consumidor, a pesar de que se hace exactamente con los mismos ingredientes y procesos. Pero queremos tener un impacto positivo en la sociedad y nos alineamos en la regulación”.