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¿Cómo gestionar equipos con diversidad generacional?
Cada generación requiere motivaciones diferentes, que el líder debe adaptar para crear equipos de alto rendimiento.
En la actualidad conviven cuatro generaciones en las organizaciones, desde los baby boomers, generación X, millennials y generación Z.
A causa de esta diversidad, los líderes no pueden trabajar con sus equipos con un solo método, debido a que, si no hay un ambiente libre de opinión, baja el rendimiento y aumentan los conflictos y por ende, fracasan.
Pero esto no significa que un líder tiene que asumir estereotipos basados en la edad, pero sí puede conocer a fondo las aspiraciones de cada integrante, a través de conversaciones uno a uno.
No necesariamente que pertenezcas a estas generaciones implica que eres como esa generación”, explica Alois Larc, coach de negocios y desarrollo personal.
¿Qué motiva a cada generación?
Encontrar equipos con diversidad generacional es de lo más común, pero los problemas surgen cuando el líder no sabe gestionarlos o asume que trabajan del mismo modo.
Por ello, Rodolfo Díaz Barriga, fundador de Díaz Barriga Consultores, menciona que el primer paso para impulsar al equipo es comprender sus necesidades.
• Baby boomers: Priorizan la estabilidad laboral, respetan los puestos jerárquicos y establecen las relaciones a través de reuniones físicas.
• Generación X: Buscan el éxito, prefieren la autonomía, el reconocimiento y reconocen la importancia de la flexibilidad.
• Millennials: Prefieren alinearse con el propósito de la empresa junto con sus funciones. Es la generación que tuvo el primer contacto con la digitalización. Asimismo, valoran la retroalimentación continua.
• Generación Z: Son nativos digitales y prefieren trabajar en un propósito social, sin tener que estar alineado con la empresa.
¿Cómo tener equipos de alto rendimiento?
Aunque cada uno tenga objetivos diferentes, es posible crear equipos eficientes, siempre y cuando el líder conozca el potencial de cada uno y asigne tareas específicas.
Alois Larc, aconseja crear un plan de fortaleza que consiste en asignar tareas que al mismo tiempo sean un reto para cada generación, por ejemplo; si se trata de crear nuevas relaciones, los baby boomers son ideales, mientras que un millennial es bueno para organizar eventos, etc.
Pero para aumentar la eficacia de los equipos, el líder puede acudir a la mentoría inversa, método que fomenta el trabajo en equipo.
Rodolfo Díaz menciona que es este método rompe con la idea tradicional de las mentorías, en donde la persona con más experiencia es quién enseña a los nuevos integrantes, al contrario, se trata de que los más jóvenes tengan la oportunidad de enseñar.
“Inteligencia es aceptar la mentoría inversa de un chico”, por lo que, mientras más eficaz sea un líder con el manejo de las generaciones, obtendrá mejores resultados.
Resolución de conflictos
A pesar de que cada generación puede aprender una de la otra, esto no quiere decir que la diversidad de pensamientos sea la misma y por ende, los problemas son de esperarse y puede ser una oportunidad para el líder, para crear un ambiente libre para opinar.
Por ello, cuando se presenta un problema, se recomienda que el líder hable con cada colaborador personalmente para destacar sus habilidades, después abordar el problema y por último pedirle una solución.
Esto ayuda a recopilar varios puntos de vista entre diferentes generaciones, juntar la información y crear una solución en conjunto.
Cuando cada uno de ellos se expone, está pensando en el bien común y no en su propia forma de trabajar”, argumenta Alois Larc.