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iVoy enciende el motor de su expansión
Álvaro de Juan, fundador de iVoy, confía en que en los próximos tres años la empresa genere unos 1,000 empleos, 10 veces más de lo que hoy tiene
Tras enmendar el camino que la llevaba por una ruta distinta a la del éxito, la aplicación de mensajería para entrega inmediata, iVoy, retoma el rumbo y, tras obtener el apoyo de fondos de inversión, mete el acelerador de su crecimiento y expansión en la ciudad de México y otras urbes del país.
En febrero pasado, iVoy obtuvo una nueva inyección de capital, en Serie A –por un monto no revelado- de cuatro fondos de inversión: Variv Capital, Dila Capital, Soldiers Field Angels y Stella Maris Partners. El recurso apuntará la estrategia de expansión de Álvaro de Juan y Roberto Cabrera, fundadores de iVoy.
“Lo que queremos con esta ronda es crecer más donde ya estamos y potenciar nuestro crecimiento. La meta es estar en las cuatro o cinco ciudades más grandes del país. Con ese dinero vamos a poder consolidarnos en mercados como el Distrito Federal, que tiene más habitantes que muchos países. Creo que es un buen mercado para estar enfocados”, comenta De Juan en entrevista.
Y es la ciudad de México la que presenta los mayores retos. Con una población cercana a los 9 millones de habitantes y un tráfico endemoniado, que tienen paralizada la movilidad, se entiende la necesidad de servicios como iVoy, que recién lanzó su aplicación para dispositivos Android, con lo que las peticiones para entregas pasa a ser 40% por ese canal.
Ya sea vía web o mediante la aplicación para dispositivos móviles, el usuario determina el punto de recolección, que puede ser su casa o su oficina. El mensajero de iVoy llega en motocicleta hasta la puerta a recoger el paquete y lo entrega a su destino en un lapso de 90 minutos. El producto es rastreable en todo momento y el cobro básico es de 50 pesos, y aumenta conforme avancen los kilómetros.
“Cumplimos nuestra promesa de 90 minutos en 97% de los envíos, así que podemos decir que somos fiables. No existentes pérdidas, porque al transportar –el paquete- de un punto A al punto B es muy complicado que lo pierdas… En cobertura, cubrimos todo lo que está dentro de las casetas de la ciudad de México, en Guadalajara estamos en toda la zona conurbana y en Monterrey estamos comenzando en San Pedro y San Nicolás de los Garza”.
Para cumplir el tiempo de entrega, iVoy utiliza motocicletas. La empresa inició con un parque automotor propio, pero en 2014 migraron al esquema de asociados para hacer frente al crecimiento que se les estaba desbordando. En la actualidad tienen 250 socios activos, que pagan una comisión de 25% y reciben entre 12,000 a 14,000 pesos mensuales, por ocho horas de trabajo, aproximadamente.
El emprendedor afirma que, tras este cambio, el volumen de entregas se ha multiplicado 15 veces en un año, con más de 1,200 envíos diarios. Además “todos nuestros asociados son los dueños de sus motos y están dados de alta ante el SAT (Servicio de Administración Tributaria), nos giran facturas y con todo ello hemos creado 220 microemprendedores”.
Entregas consolidadas
De origen español, Álvaro de Juan reflexiona sobre la ola de emprendedores ibéricos que llegó a México producto de la crisis económica en el Viejo Continente y las oportunidades que ofrecían las tierras ultramar. Hace 10 años que no vive en España, en ese tiempo ha ido abriendo empresas propias y para otros en lugares como Bulgaria y Brasil. En éste último país conoció a su socio Roberto Cabrera.
El emprendedor equipara el inicio de iVoy, en 2011, con la “canción de verano”: todo el mundo la canta hoy, pero nadie se acuerda de ella mañana. Y es que la startup creció demasiado rápido y no podían cubrir la demanda con la flotilla propia, de ahí que en 2014 replantearan la estrategia y viraran hacia el modelo de economía de plataformas.
La logística, añade el empresario, es un negocio complejo y, hasta hace poco lleno de ineficiencias creadas por las empresas tradicionales. Sin embargo, hoy es uno de los que más está cambiando en el mundo; el comercio electrónico es uno de los grandes detonantes de esta transformación. iVoy trabaja con 50 pequeñas empresas de este canal de comercialización, aunque también presume tener clientes como ATT, Grupo Salinas, Total Play, Dish, y algunos bancos de inversión. En total su cartera es de 1,500 clientes.
Cuando el tiempo es una obsesión, el estrés puede hacer mella. El 20% de los 100 empleados de iVoy se dedican a la innovación. De Juan comenta que para mitigar los riesgos por estrés, el equipo desarrolló rutas para sus asociados, de manera que estén más cerca de los puntos de recolección. Amén de que cuentan con seguro de vida.
Esto le permite además crear otras modalidades de servicio, como la paquetería consolidada de un mismo cliente, mediante el establecimiento de rutas. El costo promedio es de 60 a 75 pesos y, al igual que el servicio normal, el precio se incrementa conforme aumenta la distancia.
Finalmente, el emprendedor subraya las metas de su negocio: el crecimiento. “Tenemos una oportunidad muy buena, la rentabilidad la conseguiríamos con más volumen, pero lo que ahora nos preocupa es el crecimiento y el objetivo de la ronda de financiamiento fue tener recurso para crecer más rápido".