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¿Es necesario usar un traje para triunfar en los negocios?
Los emprendedores requieren adaptar su imagen a cada situación, pero sin perder su identidad y la congruencia con la empresa.

La imagen personal no solo implica la vestimenta, también es la actitud y la higiene personal.
En la actualidad, juzgar a una persona por su vestimenta, corte o combinación de colores no es bien visto; sin embargo, la apariencia es una forma de mostrarle al mundo quienes somos y qué comunicamos a través de prendas, accesorios e incluso la higiene.
De manera que, para un emprendedor se cree que la apariencia no influye en los negocios, pero la realidad es otra. “Cuando voy a emprender y creo el plan de negocio, generalmente nunca metemos el tema de la imagen”, argumenta Dana Landa, asesora en imagen personal.
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Después de la pandemia atravesamos un cambio importante al momento de vestirnos. Antes, los tenis no estaban bien vistos en entornos formales, pero hoy sí”, comenta Lorena Martínez, consultora de imagen en Consimage.
¿Cómo debe vestir un emprendedor?
El emprendedor por lo general no se encarga de una sola tarea o área, tiene que reunirse con clientes, proveedores, crear alianzas, asistir a eventos o incluso levantar capital, por lo que debe adaptar su imagen en cada situación, sin perder su identidad y evitar disfrazarse con algo que no se identifica.
Por ello, cuando se viste con ropa a la medida, limpia, acorde al estilo del proyecto, refleja en el emprendedor más seguridad y confianza.
“Más que los colores, el peinado y demás, hoy en día, la tendencia es el respeto a la individualidad. La individualidad del ser humano es fundamental para cualquier empresa y esto va muy de la mano con el desarrollo y el fortalecimiento de códigos de vestimenta que cada vez son más flexibles”, puntualiza Lorena Martínez.
En este sentido, la imagen de un emprendedor es influenciada por el tipo de proyecto que tiene, por ejemplo, si está enfocado en la agricultura, la vestimenta no tiene que ser forzosamente un traje, sino ropa cómoda y adecuada para visitar los cultivos o cuando son artesanías, vestir con ropa representativa.
La vestimenta al buscar capital
Dana Landa comenta que a una persona le toma tres segundos para escanear a otra, analizar qué ropa usa, el peinado y accesorios como el reloj, la bolsa o los collares y con base en eso, se crea un criterio antes de conversar.
A pesar de que esta situación es inconsciente, esto influye en las decisiones de una persona y al tratar con inversionistas, la apariencia juega un papel importante.
Cuando vas a levantar capital, puede que te encuentres con personas ‘muy tradicionales’, en las que busquen mucha estructura, formalidad dentro de los procesos y eso tiene que comunicar tu imagen, pero esto no quiere decir que tengas que disfrazarte, adapta tu estilo al momento para que sea congruente lo que comunicas” puntualiza Lorena Martínez.
La importancia de invertir en la imagen personal
Dar una buena impresión desde la imagen, no significa invertir únicamente en ropa de alta gama o de las marcas más reconocidas, sino saber combinar prendas y usar ropa cómoda, pero que no pierda congruencia entre el negocio y la persona que lo gestiona.
Por ejemplo, cuando se trata de un atuendo formal, las corbatas y tacones ya no son la primera opción, ya que existen otras opciones, por ejemplo, en vez de usar tacones, se pueden sustituir por mocasines o en lugar de un pantalón ajustado, optar por cortes rectos.
Cabe mencionar que la imagen personal no solo se trata de la ropa, también la higiene genera un impacto en los demás. Esto deriva en tener el cabello limpio, peinado o estilizado, lavarse los dientes o afeitarse y es que a pesar de que son aspectos básicos, la gente llega a restarle importancia y cree que pasa desapercibido, pero ocurre todo lo contrario, menciona Dana Landa.
En este sentido, también hay que cuidar los detalles, como mantener los zapatos limpios, al igual que las herramientas de trabajo como las computadoras, celulares, así como tener bolsas y carteras sin desgaste.
Asimismo, para complementar la imagen personal y causar un impacto positivo con los clientes, proveedores, entre otros. Se debe poner atención en el modo de saludar, no desviar la mirada y no dejar a un lado la educación y respeto.