Pierde el miedo a que te roben la idea, dar talleres sobre tu emprendimiento también es redituable

Recientemente ha surgido la tendencia por impartir cursos y talleres de todo tipo, desde mercadotecnia, manualidades y hasta gastronomía, y en ocasiones los mismos emprendedores son quienes los imparten. 

Pero uno de los temores que detienen a muchos negocios para dar talleres, es el riesgo de que les roben la idea, recetas, técnicas y por ende, la disminución de las ventas.

Sin embargo, Valeria García, fundadora de Molinos de miel, negocio dedicado a la repostería, imparte talleres desde hace más de un año, y los asistentes pueden hacer pan de muerto, pasteles, roles de canela, entre otros.

La emprendedora comenta que el gusto por hornear comenzó desde que tenía 12 años y aprendió gracias tutoriales en Internet, después estudió gastronomía y experimentó varias técnicas y recetas para abrir su negocio.

Decidí estudiar gastronomía, empecé a trabajar en un local y con eso pagaba la carrera, y a la par con pasteles. Me enamoré de la gastronomía, me enamoré de la parte dulce”.

El miedo por el robo de ideas al dar talleres también fue superado por Mafer Yañez, fundadora de Zafara, quien pinta retratos de mascotas a mano en chamarras, sudaderas y lo que sus clientes le pidan.

Mafer Yañez dará su primer taller, pero dice que la idea de hacerlo tiene años. “Desde hace tiempo tenía la idea de hacer los talleres, enfocados a pintar y utilizar la técnica”.

Ganancias de hasta el 80% por impartir talleres

A pesar de que Valeria García se dedicaba más al negocio, fue invitada por parte de la facultad de diseño gráfico en la que estudió su primera carrera, para dar un taller de ilustración comestible. En ese momento se dio cuenta que había un área de oportunidad que explorar.

Cuando di el curso se abrió el chip de “yo puedo enseñar”, no sólo se ilustración, en definitiva puedo enseñar a hacer una galleta y un proceso más elaborado a la gastronomía”.

Por otra parte, Mafer Yañéz explica que el motivo para dar talleres fue por la reciente pérdida de su perro, quien fue su inspiración, y como una forma de vivir el duelo reúne a otras personas que pasan por lo mismo y pintar el retrato de sus mascotas.

Aunque dar talleres implica invertir en materiales, renta del lugar y publicidad, Valeria García comenta que los costos se definen a partir de la comparación de otros talleristas, pero en sus primeros cursos notó que era redituable.

“Sábados y domingos estaban llenos, tenía como 30 personas los fines de semana. Fue como un boom que yo no me esperaba”. Los siguientes talleres también se llenaron, en promedio asistían 30 personas cada fin de semana.

El precio de los talleres ronda los 950 pesos, por lo que las ganancias son en promedio de 28,500 pesos, estos se impartían en la sala de su hermano, a quien le pagaba 1,000 pesos, aunado a que los ingredientes no son costosos.

“El margen de ganancia de esos 950 pesos, cuando ya tienes la inversión, contando la renta del espacio, es del 80% de ganancia”, menciona Valeria García.

En tanto, Mafer Yañez, argumenta que los insumos sirven para dar más de un taller, por lo que la inversión no es mucha. Además, acondicionó el patio de su casa para evitar pagar la renta de un espacio en la Ciudad de México.

De manera que, el margen de ganancia por el próximo taller de Mafer será del 60 al 70%, asimismo, ve como una ganancia el que los participantes compartan sus experiencias en redes sociales, generar nuevo contenido y recibir retroalimentación de los asistentes para hacer más talleres.

Cada negocio puede generar sus propios clientes

Las emprendedoras dicen que el que algún asistente use las ideas que aprende en los talleres para poner un negocio, no implica riesgos, debido a que cada emprendimiento puede construir su marca y base de clientes sólida.

El mundo de la gastronomía no solo se trata de conocer las recetas, pues a pesar de estar en el mismo lugar, con los mismos ingredientes, siempre saldrá un sabor diferente, comenta Valeria García.

Por lo tanto, ella no ve como un peligro que la competencia tome sus talleres. “La información está al alcance de la mano y lo que uno vende al final es la depuración de la información”.

Incluso, no se limita a compartir sus propias recetas, tips y las marcas que utiliza. De manera que, desde que comenzó a compartir sus métodos, le ha ido mejor, porque la gente confía en ella y obtienen un mejor aprendizaje.

Mientras que Mafer Yañez, considera que en el arte pasa lo mismo, porque a pesar de tener los mismos materiales, el estilo de cada persona es diferente y lo reconoció cuando contrató más artistas para cubrir la alta demanda

Siempre está ese riesgo, pero si no lo tomas, nunca vas a hacer los talleres o emprender”.

¿Emprender o dar talleres?

Aunque el margen de ganancia es positivo al dar talleres, uno de los problemas que enfrentan ambos negocios es la competencia, a causa de la gran demanda que hubo en la pandemia, aunado a la creación de eventos de “experiencias”, que son eventos que no enseñan a fondo, pero son opciones más económicas.

Valeria García comenta que algunas de estas experiencias son decorar pasteles individuales, pero no se enseña cómo hornearlos; sin embargo, este tipo de experiencias impacto en la asistencia de sus talleres.

Ante este panorama, las emprendedoras apuestan por el negocio y en segundo lugar los talleres, pues el número de asistentes se ha reducido y existen temporadas como la época decembrina donde los pedidos de producto aumentan y se vuelve más redituable el negocio que los talleres.