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A 2 meses de la reforma de outsourcing, hay focos rojos en empleo y malas prácticas

Los indicadores del mercado laboral señalan un crecimiento de la informalidad; se mantienen las malas prácticas, ahora conocidas como CUCAS (esquemas fiscales sofisticados), y las plataformas del IMSS e Infonavit están desvinculadas lo que impide un cumplimiento pleno.

A dos meses de la entrada en pleno de la reforma en materia de outsourcing hay focos rojos encendidos, sobre todo porque hasta ahora no se sabe en dónde quedaron los 900,000 trabajadores que dejaron de estar bajo un esquema outsourcing; los indicadores del mercado laboral señalan un crecimiento de la informalidad; se mantienen las malas prácticas, ahora conocidas como CUCAS (esquemas fiscales sofisticados), y las plataformas del IMSS e Infonavit están desvinculadas lo que impide un cumplimiento pleno, incluso para cuando llegue el momento de las inspecciones.

Lo anterior, fue expuesto por Mónica Flores, presidente de ManpowerGroup Latam; Juvenal Lobato, presidente de la Comisión Fiscal de Coparmex y Juan Pablo Lemmer, Comisión Fiscal de NL; en el marco del panel “Aspectos de la nueva reforma en materia de subcontratación ¿qué sigue?”, quienes coincidieron en que los cambios a la Ley Federal del Trabajo eran necesarios, pero no nunca se previó el impacto “hoy no sabemos dónde están esos 900,000 trabajadores subcontratados, no sabemos si están en la informalidad, si tienen empleo o no”, dijo Flores Barragán.

Lobato expuso que hay descoordinación entre el IMSS y el Infonavit, pues sus plataformas no siempre responden de manera rápida, lo que ha retrasado la autorizaicón de registros; incluso, todavía están a la espera de los criterios, por parte del SAT, para saber los casos en los que se trata de un contrato mercantil y no laboral el que se establece con las empresas para realizar determinados servicios, pues las implicaciones podrían afectarlas.

“Si habían detectado las prácticas ilegales, se podían terminar con esas prácticas, incluso si eran de carácter penal; no obstante, tenemos que adaptarnos a los nuevos cambios, con una reforma que es profundamente fiscal, ya que si no se cumple la reforma laboral como se presentó se nos impide deducir y acreditar los pagos que se realicen”, explicó Lobato.

Lo que está por venir es lo más delicado, la implementación hoy debemos hacerla lo mejor posible, pero ya vienen las auditorías del SAT y nos calificarán lo que sí hicimos bien o no, y muy enfocado en lo que significa “poner a disposición (personal)”.

Destacó que los cambios con la reforma son profundos, que entrañan la operación de la empresa y cómo se están estructurando, hay empresas que aún no tienen el REPSE porque no ha sido sencillo, y en esa dinámica hubo poca sensibilidad por parte de la autoridad.

Fuertes Inversiones y lenta implementación

Las empresas que internalizan personal tuvieron que hacer fuertes inversiones; además esta ley no permite realizar a un tercero servicios por temporalidad, “esto es un trabajo titánico, dar de alta a una persona en el IMSS, y darla de baja a los tres días o al mes siguiente, va a tener un alto costo para las empresas, más allá de de toda la reconformación de tener una asamblea para autorizarlo, y esto no permitido que se den los cambios a la velocidad requerida. Las auditorías serán un tema y requerirán inversión de tiempo y gasto, cuando deberíamos enfocarnos en la productividad e inversión de nuestras organizaciones”, añadió Flores Barragán. 

Lobato añadió que “en tema delicado es que no se haya regulado el trabajo temporal, es muy diferente hablar de subcontratación, ello significa que no se sabe si se cumple o no con las normas cuando en el mundo sí están regulado”.

En ese sentido, coincidieron en que hace falta mucho por desarrollar, y el impacto real todavía no se puede ver totalmente.

Pilar Martínez es reportera de Empresas y Negocios.

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