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AMLO perfila excluir de restricciones a las importaciones de maíz amarillo

Aunque aún con una perspectiva confusa, el presidente Andrés Manuel López Obrador dejó entrever que las restricciones a las importaciones de maíz previstas a partir de 2024 podrían excluir al maíz amarillo.

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Aunque aún con una perspectiva confusa, el presidente Andrés Manuel López Obrador dejó entrever que las restricciones a las importaciones de maíz previstas a partir de 2024 podrían excluir al maíz amarillo.

“Hoy se lograron algunos avances. Por ejemplo, el presidente López Obrador reafirmó la importancia de las importaciones de maíz amarillo para la seguridad alimentaria de México”, dijo el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Tom Vilsack, en un comunicado emitido el lunes, tras el encuentro de ambos en la Ciudad de México.

El 31 de diciembre de 2020, México publicó un decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF) en el que se pide la eliminación progresiva del uso del glifosato y el maíz transgénico para el consumo humano en México.

El decreto establece que el maíz transgénico y el glifosato serán eliminados en los próximos tres años y sustituidos por alternativas “sostenibles y culturalmente apropiadas”.

Aún no está claro si la restricción a la importación comprende sólo al maíz para consumo humano, sin incluir al maíz para uso pecuario o industrial.

De enero a septiembre de 2022, México importó 11 millones 247,000 toneladas de maíz amarillo (excepto para siembra) desde Estados Unidos, lo que supone un aumento interanual de 1.5%, según datos del Departamento de Comercio.

En 2021, México registró un récord en esas mismas importaciones, al comprar maíz estadounidense por 15 millones 518,000 toneladas.

López Obrador dijo este martes que los gobiernos de ambos países intentan llegar a un acuerdo sobre esta diferencia.

Esperamos llegar a un acuerdo; pero si no se llega a un acuerdo, hay paneles y, no alarmarnos, que se acuda a un tribunal y que decidan. Pero nosotros no podemos ceder en esa solicitud”, agregó López Obrador.

Según el Departamento de Agricultura, el decreto tiene el potencial de perturbar sustancialmente el comercio, perjudicar a los agricultores de ambos lados de la frontera y aumentar significativamente los costos para los consumidores mexicanos.

“Debemos encontrar una manera de avanzar pronto y enfatizar en términos inequívocos que -en ausencia de una resolución aceptable del asunto- el Gobierno de Estados Unidos se vería obligado a considerar todas las opciones, incluyendo la toma de medidas formales para hacer valer nuestros derechos legales bajo el T-MEC”, externó Vilsack en la víspera.

El Artículo Sexto del Decreto añade: “Asimismo, las autoridades en materia de bioseguridad, en el ámbito de su competencia, de conformidad con la normativa aplicable y con base en criterios de suficiencia en el abasto de grano de maíz sin glifosato, revocarán y se abstendrán de otorgar autorizaciones para el uso de grano de maíz genéticamente modificado en la alimentación de las mexicanas y los mexicanos, hasta sustituirlo totalmente en una fecha que no podrá ser posterior al 31 de enero de 2024, en congruencia con las políticas de autosuficiencia alimentaria del país y con el periodo de transición establecido en el artículo primero de este Decreto”.

“Dejamos muy claro que la prohibición de las importaciones de México causaría tanto pérdidas económicas masivas para las industrias agrícolas de México y los ciudadanos, así como colocar una carga injustificada en los agricultores estadounidenses”, dijo Vilsack.

El decreto también tendría un impacto significativo en la relación comercial entre Estados Unidos y México, que alcanzó un valor récord de más de 63,000 millones de dólares en el comercio bidireccional de productos agrícolas en 2021 y se espera que sea aún mayor en 2022.

“La eliminación gradual de los productos biotecnológicos, como se indica en el decreto, también podría sofocar las importantes innovaciones que necesitamos para ayudar a nuestros agricultores a adaptarse a un clima cambiante”, comentó Vilsack.

roberto.morales@eleconomista.mx

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