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AT&T, un carrier que por destino o circunstancia suma 45 millones de usuarios en México
La innovación tecnológica, el complicado estado de la economía mexicana y el costo de tener espectro en México ha llevado a AT&T a tener la segunda red de telecomunicaciones con el mayor número de clientes en el país, equivalente en volumen a todo el mercado móvil de Perú.
La división mexicana de la telefónica estadounidense AT&T terminó septiembre de 2022 con 20.99 millones usuarios propios, indicativo de que en algún momento del año 2023 esa compañía superaría a Movistar como el segundo operador con el mayor número de consumidores en el país, a razón de que AT&T capta más de un millón de clientes por año; 1.05 millones en 2020 y 1.5 millones en 2021, en el interanual septiembre a septiembre, en tanto que Telefónica Movistar se ha estancado en los 22.5 millones de consumidores mexicanos.
El AT&T mexicano liga además cerca de veinte trimestres con ingresos promedio de 730 millones de dólares e inversiones anuales sobre los 750 millones de dólares a la construcción, mantenimiento y operación de su red celular desde el año 2018 y tras una primera inversión de 3,000 millones de dólares anunciada en 2015 para desglose de tres años, según informes de la compañía y en medio de un contexto en que México presenta un crecimiento económico promedio de 1.09% entre los años 2015 y 2021, periodo en el que AT&T se ha enfrentado a la realidad del mercado móvil mexicano, con un Telcel que ha adicionado 10 millones de clientes en esos siete años hasta llegar a una red con 81 millones de accesos, más un bajón económico para el PIB mexicano de 8.5% en 2020 y una caída también en su nivel de consumo mensual por usuario o ARPU, hasta los 142 pesos en septiembre pasado.
Pero AT&T ya es el operador con la segunda red mayorista de mayor tráfico en el país, porque el mismo contexto de las telecomunicaciones mexicanas y las propias estrategias de la compañía para exprimir sus activos celulares, monetizándolos de distinta manera ha resultado en que AT&T es en 2022 un operador con una red móvil de acceso a través de la cual transita sus usuarios y presta servicios mayoristas a otras empresas del sector de telefónica móvil y de internet, como es el caso de Movistar, Megacable, Izzi Telecom y Sky, y sin contabilizar todavía aquí los accesos de aquellos operadores móviles virtuales que también compran capacidad mayorista a AT&T y la revenden a los usuarios finales.
Contabilizando los propios usuarios atendidos por la empresa, más los consumidores de Movistar, que desde junio pasado viajan enteramente sobre AT&T, más alrededor de 650,000 líneas celulares de Megacable, Izzi Telecom y Sky, y sin contabilizar todavía aquí los accesos de aquellos operadores móviles virtuales que también compran capacidad mayorista a AT&T y la revenden a los usuarios finales, a la fecha sobre la red de AT&T viajan las comunicaciones de unos 45 millones de suscripciones.
Ello significaría que sobre la red móvil de AT&T viajan las comunicaciones de un número de suscriptores equivalentes en cantidad a toda la población de Argentina en 2021; equivalente también a todo el mercado celular de Perú en junio de 2022, país que tocó la marca de 41 millones de accesos celulares en ese mes, o equivalente también al 69% de los 65 millones de accesos atendidos por toda la industria móvil en Colombia al iniciar este año.
De esta manera, con el volumen de usuarios que AT&T atiende, directa o indirectamente en México, podría considerarse una compañía de fuerza regional en América Latina, al nivel de empresas como Tigo en Colombia o Liberty en Centroamérica por número de clientes, dos marcas que pelean los distintos mercados a América Móvil, Telefónica o TIM.
Todo lo anterior medido en volumen bruto, porque esos países presentan otras realidades de mercado y porque sólo Argentina, por ejemplo, ofrece a Movistar un mercado doble en tamaño al de México.
Un contexto mexicano de telecomunicaciones, donde Telefónica se ha visto en obligación de retornar sus bandas de radiofrecuencias por las altas tarifas por explotación de espectro que impone el Estado mexicano a las empresas y hechos como las intermitencias que presentó en el último semestre la red de Altán Redes que afectó a usuarios móviles de Megacable y las empresas de Grupo Televisa que le tenían contratada capacidad, también animó a esas compañías a buscar alternativas para sus productos celulares, pues no querían perder la confianza de los consumidores que les adquieren un producto de televisión de paga con el agregado de telefonía y/o Internet móviles y en momentos en que la televisión restringida padece de significativas desconexiones.
Ahora, el hecho de que Movistar prefiriera eficientar el uso de infraestructura y apostar por otro modelo de negocio para enviar todo su tráfico sobre la red de AT&T y tener al cierre de septiembre el 42% de su red desmantelada, también ha significado una oportunidad de ingresos para AT&T y llenado de una red celular con cobertura para soportar cien millones de usuarios, con costo de 3,000 millones de dólares.
Gerardo Mantilla, analista en la firma Artifex Consulting, estima que el contexto mexicano que vive el sector obliga a las empresas a ser innovadoras, buscando alternativas para mantenerse en la preferencia del consumidor y rebasando obstáculos de mercado.
“A nivel mundial, el mercado de telecomunicaciones está cambiando ampliamente. Estamos pasando de operadores de red y una competencia centrada en el despliegue, a una competencia basada en calidad de servicio y ésta pide a los operadores poner en el foco en la atención al cliente, un aspecto bastante criticado por la mayoría de sus clientes”.
“Lo que estamos viendo en México en estos momentos, es un adelanto a lo que veremos en el resto de los mercados. AT&T México es operador innovador y que quizás tenga la capacidad para competir en el despliegue de red con Telcel, creo que debemos mirar cómo el mercado de telecomunicaciones está cambiando. Y México ha tomado el liderazgo en este sentido, quizás impulsado por condiciones específicas como los precios anuales del espectro, pero esta tendencia será paso a paso implementada en otros mercados, incluso en mercados más pequeños, como Costa Rica y otros países en Centroamérica”, dijo Mantilla.
Ser un operador que soporte el tráfico de otros 23 millones de clientes que suponen los accesos combinados de Movistar, Megacable, Izzi Telecom y Sky quizá ayude a AT&T a generar ingresos que compensen también la transformación de su base de clientes, que trimestre a trimestre se hace todavía más un operador de prepago por el complicado estado de la economía mexicana, pasando de un 72.91% en septiembre de 2021, a un 74.70% en septiembre de 2022.