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Acciones sociales, una obligación moral

Es necesario adoptar un enfoque que vincule sector privado, gobierno y sociedad.

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Las responsabilidades social empresarial y corporativa cada año adquieren mayor trascendencia, debido a que las empresas buscan crear programas que sean un motor de cambio para la sociedad y el medio ambiente; sin embargo, aún falta establecer planes y programas a largo plazo, que no sólo recurran al greenwashing —campañas engañosas que sólo recurren a campañas verdes como truco de mercadotecnia—, sino que busquen realmente generar una transformación. En entrevista con Ana Cristina Dahik Loor, especialista y profesora del IPADE del área de Entorno Político y Social, mencionó su opinión al respecto, así como retos, tendencias y el panorama en responsabilidad corporativa para México en este 2019.

Ahora bien, el concepto de ética de negocios, en palabras de Ana Cristina Dahik, es aquel que “implica forzosamente que la empresa que tenga capacidad de crear más valor, lo haga; es decir, siempre existe la discusión sobre si la responsabilidad social es voluntaria u obligatoria; por lo tanto, una ética de negocios implica pensar en que hay una obligación moral de crear la mayor cantidad de valor para todos los stakeholders. Sí hay un componente de la responsabilidad social que es reactivo, que es responder por el mal causado, pero hay otra parte de la responsabilidad social que tiene que ver con una postura de si yo tengo la capacidad para crear más valor, entonces, tengo la obligación de hacerlo, más que sólo paliar males, que es algo con lo que se ha confundido la responsabilidad social”.

últimamente ha proliferado la moda sobre ser responsable socialmente, sin programas o iniciativas que tracen un plan a largo plazo; sin embargo, “al final del día debe existir congruencia entre la postura de maximizar el valor y el quehacer empresarial, pues eso es lo que verdaderamente a largo plazo logrará que haya una rentabilidad de la empresa no sólo en el tema financiero, sino en todas las dimensiones de generación de valor sociales y ambientales”.

Ana Cristina Dahik consideró que el panorama del empresariado mexicano es optimista, debido a que hay empresas que realmente están pensando en tener un cambio verdadero en la sociedad e incidir en las problemáticas sociales. De acuerdo con la especialista, hoy en México existe una agenda social prioritaria conformada por temas de migración, seguridad y jóvenes y empleabilidad. En relación con este último problema, Ana Cristina Dahik mencionó que “un joven que no tenga un incentivo para integrarse al mercado laboral, que prefiera no estudiar y no trabajar, es un problema que al final es responsabilidad de todos; es decir, le hemos fallado todos como sociedad, y es un tema que también le está impactando mucho a la empresa”. Si bien es cierto que algunas empresas comienzan a tener programas de educación dual para atraer a los jóvenes, capacitarlos y luego incorporarlos en sus cadenas de suministro, aún hay mucho por hacer, para que exista un diálogo entre academia, empresas y escuelas que beneficie a los jóvenes.

Tendencias en responsabilidad social

Ana Cristina Dahik comentó que uno de los objetivos prioritarios es “el futuro del trabajo de acuerdo con esquemas congruentes que enfrenten los desafíos sociales actuales y con patrones demográficos cambiantes”. Sobre este tema, pone como ejemplo al Consejo de Ética y Transparencia de la Industria Farmacéutica, que elaboró un “modelo voluntario a través del cual hay una colaboración intersectorial entre sociedad civil, gobierno y empresariado, que busca una autorregulación o corregulación que promueva la sustentabilidad. Debido a la complejidad técnica de los problemas sociales y públicos que tenemos como sociedad, es evidente que no va a haber soluciones que provengan de un solo actor, individuo o sector; es decir, tenemos que empezar a pensar en agendas intersectoriales que aporten las capacidades y recursos de cada sector. En ese sentido, el sector privado puede aportar tecnología, know-how, recursos, capacidades, networking, soluciones a escala; el gobierno, plataformas, alcance y legitimidad, y la sociedad civil, alcance a nivel local. En vez de adoptar un enfoque centrado en la empresa, lo que hoy se sugiere en las tendencias de sustentabilidad y responsabilidad social es adoptar un enfoque centrado en el problema; es decir, es importante que la empresa piense en su rentabilidad, pero, además, que se piense como ese actor que es parte de la vida pública. También es importante que cuando nosotros pensemos en plataformas de colaboración pensemos que son procesos de aprendizaje, pues son esquemas que deben tener mecanismos flexibles para que se pueda aprender de cada uno de los integrantes”.

jocelyn.ramirez@eleconomista.mx

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