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América Móvil busca una indemnización de 136 millones de dólares por la compra del negocio celular de Oi

Claro de América Móvil, TIM de Telecom Italia y Vivo de Telefónica han argumentado que recién conocieron información y documentos que divergen de los cálculos y criterios que fueron tomados de referencia para comprar los activos celulares de Oi.

Claro, TIM y Vivo compraron en 2020 el negocio celular de Oi por 3,228 millones de dólares. Ilustración EE: Nayelly Tenorio.

Claro, TIM y Vivo compraron en 2020 el negocio celular de Oi por 3,228 millones de dólares. Ilustración EE: Nayelly Tenorio.

Claro, la unidad brasileña del grupo mexicano América Móvil (AMX), ha solicitado que se le restituyan hasta 136.5 millones de dólares, después de que se hallaron inconsistencias en cifras financieras que también se conocieron tras el cierre de la compra del negocio celular de la telefónica Oi, en un proceso de compraventa que inició en el año 2020 a favor de Claro de América Móvil, TIM de Telecom Italia y Vivo de Telefónica.

La solicitud de Claro hace parte de un reclamo emprendido por los tres operadores y que en conjunto sumaría hasta 615.05 millones de dólares. Claro, TIM y Vivo solicitan a Oi que se les indemnice o se realice una devolución de esos recursos del total de 3,228 millones de dólares que las tres empresas pagaron por todo el negocio celular de Oi en 2020.

Las operadoras han argumentado que recién conocieron información y documentos que divergen de los cálculos y criterios que fueron tomados de referencia para comprar los activos celulares de Oi, de ahí que cada operador reclama una cifra distinta a la estimada por los otros compradores.

Claro, TIM y Vivo citan un ajuste al precio de cierre de compra de la unidad celular de Oi, más una retención valorada en 280.1 millones de dólares y también hablan de una compensación estipulada en el contrato original de compraventa, posturas de las que deriva el reclamo general de los hasta 605.05 millones de dólares.

Si los argumentos de las tres compañías respecto a las inconsistencias y gastos de capital resultan válidas, entonces Oi estará en obligación de restituir una primera ronda por hasta 335 millones de dólares.

Más a detalle, TIM esperaría conseguir hasta 272 millones de dólares; Vivo, unos 207 millones de dólares, y Claro, unos 136 millones de dólares.

En una comunicación, la telefónica Oi dijo estar en discordancia con las argumentaciones de TIM-Claro-Vivo:

"Oi recibió con sorpresa el contenido de la notificación de los operadores compradores (TIM, VIVO y Claro) sobre el valor del ajuste de precio posterior al cierre de la venta de la unidad móvil. Oi está en total desacuerdo con los valores presentados por los compradores y tomará todas las medidas apropiadas para hacer valer sus derechos. Oi aclara que el ajuste de precio posterior al cierre es un paso normal en el proceso de venta, previsto en el contrato, dada la complejidad y magnitud de la transacción. Sin embargo, Oi entiende que en la evaluación presentada por los compradores y sus consultores externos, existen una serie de errores técnicos y de procedimiento, además de errores en la metodología, criterios, supuestos y enfoque adoptados, que hacen que el ajuste propuesto resulte fuera de cualquier base de razonabilidad”.

Oi tiene 30 días para manifestar su inconformidad de manera formal y llegado ese plazo sin haber logrado un acuerdo con las tres compañías, entonces se buscará un auditor externo, quien en un plazo de 30 días adicionales presentará otro informe para alcanzar un consenso entre las partes.

En 2020, las operadoras TIM, Claro y Vivo, filiales de Telecom Italia, América Móvil y Telefónica en Brasil, pactaron comprar el negocio celular de su competidor Oi, por una cantidad de 16,500 millones de reales o 3,228 millones de dólares de ese año.

Claro abonaría entonces unos 773 millones de dólares por los activos celulares de Oi que resultaron de su interés.

Oi había resuelto entonces concentrarse en los mercados de Internet fijo y mayorista, a través de redes de fibra óptica y después de presentar estados financieros en números rojos.

La compañía también buscaba desprenderse por separado de unas 1,000 torres para recaudar recursos que le permitirían ir por frecuencias en las bandas de 3.5 GHz y en los 700 MHz, que Brasil considera útil para el ecosistema de 5G sobre servicios inalámbricos avanzados.

La oferta tripartita de estos tres competidores de Oi, vinculante desde septiembre de ese año, fue aprobada por un juez de Río de Janeiro, ciudad donde Oi tiene su sede general.

El negocio celular de Oi rondaba 34 millones de clientes móviles en 2020, atendidos desde redes 2G, 3G y 4G y con un consumo mensual promedio equivalente a 71 pesos mexicanos.

Su participación en el mercado brasileño para esas fechas equivalía al 12.1% del total a mitad del 2020, frente al 38.5%, 20.7% y 27.5% de Vivo, TIM y Claro, respectivamente.

kg

Periodista de negocios para El Economista, con especialidad en telecomunicaciones e infraestructura. Es licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM, con estudios posteriores en el ITESM Campus Ciudad de México, el ITAM y la Universidad Panamericana. Fue colaborador en Grupo Radio Centro, Televisa, El Financiero y Alto Nivel, entre otros. Ha sido moderador en los congresos internacionales de Futurecom y NexTV Latam; y también citado en el “Estudio sobre telecomunicaciones y radiodifusión en México, 2017” de la OCDE, y en distintos informes sobre espectro radioeléctrico de la GSMA y de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet).

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