Brasil ordena a América Móvil construir una nueva red de transporte con ganancias de Oi

La Agencia Nacional de Telecomunicaciones de Brasil ordenó a una empresa subsidiaria de América Móvil la construcción de una red de transporte de alta capacidad que conecte a regiones sin acceso a Internet de ese país, esto a través de la reinversión de ganancias obtenidas por el grupo mexicano con la compra de una parte del que fuera el negocio celular de la telefónica Oi.

El grupo ha asentido el ordenamiento de la Anatel. Brasil es un negocio de 8,400 millones de dólares y 110 millones de accesos fijos y móviles para América Móvil. La compañía, que también tiene en Brasil una flota satelital y la convergencia de todos los servicios, facturó 2,160 millones de dólares allí en el primer trimestre de 2024. La relevancia de Brasil para América Móvil también pasa por el hito de que entre 2017 y 2022, los ingresos de la compañía allí crecieron en 1,000 millones de dólares.

Anatel, el regulador de telecomunicaciones más fuerte de América Latina por su nivel de autonomía y atribuciones legales, sujetó a las filiales locales Concessionária Claro S.A. y Jonava RJ Infraestrutura e Redes de Telecomunicações S.A. de América Móvil a desplegar una red con capacidad mínima de 1 Gbps de extremo a extremo y a construirla en regiones identificadas por la Anatel como carentes de infraestructura de fibra óptica, con el fin de evitar una superposición de redes y con ello asegurar la inversión de América Móvil, además de que así la nueva infraestructura pudiera utilizarse como una red mayorista para que otros operadores oferten servicios en beneficios del consumidor.

La Anatel indicó que América Móvil podrá elegir libremente las regiones desconectadas para construir allí la nueva red, que de inicio tendrá una extensión mínima de 66.57 kilómetros en un plazo determinado, equivalente a la distancia que existe entre la Plaza de la Constitución de la Ciudad de México y la Plaza de los Mártires de Toluca.

América Móvil pagará también los despliegues de los componentes de infraestructura que sean necesarios para iniciar y mantener en estado óptimo a la nueva red.

“Claro (América Móvil) tendrá la libertad de elegir la ruta o rutas donde deberá construir infraestructura de fibra óptica a elegir entre los municipios y localidades identificados por Anatel como lugares sin infraestructura de backhaul con tecnología de fibra óptica, de modo que la suma de las rutas elegidas constituya el número total de kilómetros definidos (…) También será necesario que Claro indique los municipios y localidades, recorridos y años de cumplimiento de dichas obligaciones”, divulgó la Anatel.

“No se aceptarán proyectos de infraestructura que tengan riesgo de superposición con otras obligaciones relacionadas con la construcción de backhaul, incluso en relación con compromisos asumidos por Claro como resultado de otras acciones regulatorias de Anatel u otras iniciativas a nivel federal o nivel estatal, distrital o municipal”, dijo esa autoridad.

En el año 2020, se conoció que América Móvil del empresario Carlos Slim se sumó a una oferta conjunta de TIM de Telecom Italia y Vivo de Telefónica para quedarse con 34 millones de clientes celulares y cerca de 15,000 radiobases de Oi en Brasil, por una cantidad entonces de 16,500 millones de reales.

Claro S. A. de América Móvil participó en ese año con 3,620 millones de reales (715 millones de dólares) en la oferta conjunta con TIM y Vivo por los activos celulares de su competidor Oi, el cuarto operador móvil de Brasil.

Oi había resuelto desprenderse de sus activos celulares para concentrarse en el negocio de telecomunicaciones fijas y por encontrarse presionada financieramente por una deuda liquida de 18,131 millones de reales (3,565 millones de dólares).

América Móvil se hizo de esta manera con el 32% de los clientes móviles y también con el 32% de los sitios de Oi, aproximadamente 11 millones de cuentas celulares y 4,700 radiobases.