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CFE advierte que el Cenace pondrá tope a energías renovables
El regulador eléctrico puede limitar el despacho de electricidad eólica o solar si amenaza la estabilidad del sistema; Manuel Bartlett, director general de la CFE dijo que indagan el origen del documento apócrifo sobre apagón.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE) admitió que el documento de Protección Civil de Tamaulipas que presentó el pasado 28 de diciembre fue falso, aunque el incendio que se relataba en él y que puso en riesgo dos líneas de transmisión de energía sí ocurrió en pastizales de la entidad. Sin embargo, los directivos de la empresa explicaron en conferencia que el sábado pasado hubo otros tres incendios en la zona que no provocaron interrupciones en el abasto de energía, con lo que de nueva cuenta la explicación sobre las fallas del sistema fue el exceso de generación renovable en el país que el gobierno actual continuará limitando en el marco de sus atribuciones.
Noé Peña Silva, director general de Transmisión de la CFE aseguró que la estatal eléctrica ya levantó un acta de hechos con todo el personal involucrado en la publicación del boletín falso de Protección Civil de Tamaulipas en que se relató que un incendio provocó la salida de dos líneas de transmisión en la entidad, lo que por el desbalance de generación a su vez causó interrupciones de hasta cuatro horas en el suministro de energía de 10.3 millones de usuarios en 15 entidades.
Carlos Andrés Mar, director de Operaciones, explicó a su vez que el incendio se mitigó sin la participación de Protección Civil, con actividades de control únicamente del personal de la CFE. Pero existe la relatoría de todos los siniestros sucedidos en ese momento y que según el directivo prueba que la ionización del suelo emite una burbuja de calor que manda una señal de alerta a los interruptores de las redes, que las apagan de forma automática.
Entonces, al reconectar la energía en una zona donde se ha llegado a 2,500 megawatts renovables funcionando al mismo tiempo –como es Tamaulipas– hay menor disponibilidad de estas renovables, por lo que salieron de operación 9,262 megawatts, de los cuales 6,671 megawatts fueron ciclos combinados y plantas convencionales de la CFE, y 1,714 megawatts fotovoltaicos además de 877 megawatts eólicos. De éstos, un total de 4,084 megawatts son los productores independientes de energía que son privados contratados por CFE, mismos que salieron de operación en el norte del país siendo sustituidos por geotérmicas e hidroeléctricas del Bajío y Centro.
Con ello, la explicación se volcó de nueva cuenta hacia la generación renovable. Según el director general de la CFE, Manuel Bartlett, el problema no es un documento apócrifo que ya se investiga sino el exceso de permisos otorgados en la administración pasada para más de 21,000 megawatts renovables que serán instalados en los mismos nodos o zonas geográficas, generando cada vez más este tipo de desbalances. De ahí que el gobierno mantendrá su postura de detener la conexión de energía renovable, que satura el sistema de transmisión.
Bartlett respondió así al Consejo Coordinador Empresarial asegurando que su interés de que se invierta en redes obedece a la naturaleza de los negocios privados, que buscan que se despache toda la energía que instalan, con respaldo subsidiado de la CFE y sin pagar por las redes de transmisión que utilizan.
Afirmó que la CFE ha invertido en sus líneas de transmisión, sin embargo, “toda inversión es insuficiente ya que se tendrían que crear sistemas dedicados ante el otorgamiento indiscriminado y sin planeación alguna de permisos de generación intermitente”.
Luis Bravo Navarro, coordinador de Comunicación Corporativa de la CFE, afirmó que, si en un futuro próximo se incrementa como está previsto en los permisos de la CRE el abasto de energía renovable “el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) está obligado por ley a limitar en cada nodo la capacidad máxima a generar, para asegurar la confiabilidad. Esto implicará para los generadores privados reducir su producción anual".