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Capítulo laboral deja de ser paralelo; busca poner fin a los contratos de protección
Como parte del acuerdo que lograron México y Estados Unidos, en el marco del TLCAN, se incluyó un nuevo Capítulo Laboral que dejó de ser paralelo, y será muy similar al que existe en el TPP y que adopta los principios fundamentales de la OIT.
Como parte del acuerdo que lograron México y Estados Unidos, en el marco del Tratado de Libre Comercio (TLCAN), se incluyó un nuevo Capítulo Laboral que dejó de ser paralelo, y será muy similar al que existe en el TPP y que adopta los principios fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En entrevista Oscar de la Vega, socio de la firma De la Vega & Martínez, explicó que “la existencia de un Capitulo Laboral da mayor compromiso de los gobiernos al cumplimento de las normas, de lo contrario se incumple el tratado comercial”.
Asi, agregó, “diferencia del TLCAN en el que se trataba de un Acuerdo Paralelo (buenas intenciones), ahora se introduce un Capítulo Laboral como parte integrante del Tratado, muy similar al Capítulo 19 del TPP, en el que las partes se comprometen a aplicar los rubros relativos a la libertad de asociación; derecho a la libre contratación colectiva; acceso a una justicia laboral independiente; condiciones aceptables de trabajo respecto a salarios mínimos; horas de trabajo y seguridad social y ocupacional; prohibición del trabajo Infantil y prohibición del trabajo forzoso u obligatorio”.
Lo anterior, significa que cambiarán de estatus, pues esas normas ahora “vinculantes y forman parte del Tratado y se establecen mecanismos para su observancia y cumplimiento”; lo que significa que estarán bajo supervisión y deben ser cumplidas.
Para el especialista laboral internacional, el nuevo Capitulo Laboral “sin duda buscará los llamados contratos de protección, que en muchas ocasiones, se tratan de contratos inactivos”.
Según Alfonso Bouzas, especialista laboral de la UNAM, en México el 90% de los contratos son de protección, lo que derivó, hace ya una década, una campaña intensa para su erradicación, la cual llegó a instancias internacionales como la propia OIT.
De la Vega comentó que si bien se trata de un entendimiento que deberá ser plasmado en el texto final del tratado, el cual deberá ser ratificado por los Poderes Legislativos de cada país, conforme a sus reglas internas, “se trata de un logro importante que tendrá implicaciones laborales para México; sabemos que algunas implicaciones van al sector automotriz, pues con el cambio en las reglas de origen, para disfrutar de un arancel tasa cero, los automóviles deberán ser fabricados, en un 40%, en zonas donde el salario por hora no sea inferior a 16 dólares, esto con el propósito de tener un piso más parejo.”
Respecto a si nuestro país podría cumplir con el nuevo capítulo, De la Vega destacó que “nuestro país ya ha adecuado su marco constitucional desde febrero del 2016, en la que se garantizan estos principios, aunque está pendiente la preparación y aprobación por el Congreso, de la ley secundaria necesaria para su aplicación”.
En ese sentido, se ha informado en diversos foros nacionales, que ya se trabaja en una nueva propuesta, pues de las tres iniciativas -leyes secundarias- que se hay en el Senado, ninguna logró ser aprobada por la legislatura que acaba de concluir.
Cabe recordar que la iniciativa central, presentada por el PRI, contemplaba los plazos para desaparecer las juntas de conciliación y arbitraje; crear un nuevo organismo autónomo para el registro de los contratos colectivos de trabajo, así como los plazos de la conciliación; sin embargo, no había claridad en los emplazamientos a huelga y a la manera en la que se debe transparentar la elección de los líderes sindicales.
Vienen cambios en la relaciones laborales
De la Vega, dijo que “estos cambios serán trascendentales para las relaciones de trabajo de las empresas y requieren se haga de inmediato un análisis de las cuestiones colectivas al interior de la empresa, con el fin de garantizar el respeto de los derechos laborales colectivos y evitar así consecuencias negativas para las operaciones de las empresas, cualquier que sea la industria en la que se encuentren”.
En ese sentido, recomendó que es necesario modificar la legislación secundaria, “ésta debe ser una oportunidad para asegurar la libertad de asociación, eliminando la cláusula de exclusión, aprovechar la ratificación del Convenio 98 de la OIT y legislar sobre la libre contratación colectiva para eliminar extorsiones y los contratos colectivos de trabajo de protección, revisar y modernizar el derecho de huelga, mismo que en su regulación actual resulta engorroso y rígido, en detrimento tanto de los trabajadores como de las empresas”.
“Legislar sobre la libre contratación no sólo beneficia a los trabajadores, también a los patrones, quienes en muchas ocasiones se ven afectados por la extorsión. Hay empresas que solo anuncian que realizaran una inversión y de manera inmediata les cae un emplazamiento a huelga; los cuales por cierto, también tienen que ser revisados”, dijo De la Vega.
Añadió que está claro que, tanto Estados Unidos y Canadá, buscan que México mejore sus salarios que son muy bajos, “nos critican y para hacer negocio con EU y Canadá tenemos que incrementar sustancialmente los salarios. La industria automotriz, va a ser desplazada, no se puede pagar lo que proponen, sería pagar a un operador arriba de 70,000 pesos mensuales, es prácticamente imposible”.
De la Vega dijo que aún faltan detalles por revisar del acuerdo, pero en lo que respecta a la libertad laboral habría presión.