Carrot acelerará el paso en tres urbes del país

CARROT, empresa dedicada a la renta de autos, planea acelerar sus operaciones más allá del Distrito Federal. Entre sus planes está llegar a Toluca, Puebla y Guadalajara antes de que termine la primera mitad del año y aumentar de 40 a 100 vehículos su portafolio, comenta Jimena Pardo, directora comercial de la empresa.

Sin embargo, en su estrategia también destaca el arribo en las ciudades de Querétaro, San Luis Potosí y Monterrey.

La ejecutiva destaca que, a nivel global, el negocio de carros compartidos creció 5,500% en los últimos cinco años.

En el caso Carrot, a menos de un año de arrancar operaciones en el DF (junio pasado), cuenta con 1,600 clientes y 40 autos.

Para rentar una unidad, el cliente requiere suscribirse en su portal de Internet para, posteriormente, realizar la reservación del día, hora y el tiempo en que se empleará el vehículo. Después, debe recoger la unidad en una de las 40 estaciones de servicio repartidas en el DF, que son similares al servicio de Ecobici.

Entre sus unidades figuran modelos March, de Nissan, camionetas X-Trail y los totalmente eléctricos Nissan Leaf.

ESTRATEGIAS Y COSTOS

La tarifa de Carrot para la renta de autos es de 90 pesos por hora o 900 pesos por día. Una de las estrategias de la empresa es incentivar el uso de carros comunitarios, con lo cual se puede reducir el costo por persona y generar menos tránsito.

De acuerdo con datos del Centro de Transporte Sustentable EMBARQ México, 17% de los 49 millones de viajes que se hacen dentro del Distrito Federal es por la vía del transporte privado.

De esta forma, con 5.5 millones de autos circulando, el tráfico generado ocasiona en promedio una pérdida 3.3 millones de horas hombre diariamente, con un gasto de 28 pesos en el traslado (50% del salario mínimo).

La entrevistada asegura que 80% del tiempo los carros particulares están estacionados, por lo que el gasto implícito para su adquisición, combustible, aseguramiento, impuestos, mantenimiento y de costos adicionales por robos y pensiones no se justifica.

Los gobiernos se están dando cuenta que deben promover maneras alternativas de transporte, más sustentables, que deben penalizar el uso del automóvil para que la gente deje de usarlo de manera paulatina. La mejora del transporte público parece ser la política actual para muchas administraciones en el mundo .

erick.ramirez@eleconomista.mx