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Cemex busca a su nuevo líder tras la muerte de Lorenzo Zambrano

La tercera cementera del mundo busca entre sus propios accionistas a un nuevo líder que sea capaz de mantenerla a flote sobre las inestables aguas de la economía mundial, además de que conciba una transición ordenada y transparente.

El gigante mexicano Cemex enfrentará en breve el desafío de nombrar un presidente y un director general ante la muerte del emblemático empresario Lorenzo Zambrano, que ocupó ambos cargos simultáneamente por casi 20 años y logró evitar el naufragio de la nave cuando transitó por aguas turbulentas.

Y mientras algunos inversores hubieran preferido una transición previsible y ordenada, varios analistas ven entre los ejecutivos actuales suficiente capacidad para asumir el liderato sin sobresaltos y seguir con la estrategia de recuperación de una de las mayores cementeras del mundo.

Para algunos, Cemex podría aprovechar la coyuntura para volver a separar los dos cargos y alinearse con las llamadas mejores prácticas corporativas internacionales.

Zambrano, quien fue nombrado director general en 1985 y llevó a la empresa a su internacionalización, unificó en la práctica los dos puestos al asumir el cargo de presidente del consejo en 1995.

La empresa dijo el lunes que su consejo de administración se reuniría en los siguientes días para tomar las decisiones que procedan, tras anunciar el sorpresivo deceso de su capitán de 70 años en España, lo que generó interrogantes sobre quién liderará la compañía fundada hace más de un siglo.

Sin embargo, la compañía no ofreció detalles sobre un posible sucesor o el proceso para llevar a cabo la transición, aunque en febrero el comité de prácticas corporativas discutió un plan, así como cartas de reemplazo, según un documento que Cemex publicó en su página de internet.

Pero la empresa con oficinas en la norteña ciudad de Monterrey no quiso hacer el martes comentarios sobre el documento.

"Cemex no ha hecho público ningún plan de sucesión en la dirección de la compañía, y creemos que no existe un sucesor 'de facto'", dijo la correduría del banco Banamex en un reporte.

Algunos analistas apostaron a que el sustituto podría estar entre directivos actuales como Juan Pablo San Agustín, vicepresidente de Planeación; Fernando González, vicepresidente de Finanzas y Administración; Juan Romero, presidente de Cemex México; Jaime Elizondo, presidente de Cemex Centroamérica, Sudamérica y el Caribe, y Francisco Garza, asesor de la compañía.

"Yo espero que el cargo sea ocupado por alguien que ha hecho operaciones globales en Cemex o que haya ocupado un cargo en varios países", dijo Carlos Peyrelongue, analista de Bank of America Merrill Lynch.

La decisión representa un reto mayor porque la participación accionaria está muy atomizada, y los familiares y directivos solo poseen en su conjunto algo menos del 5% de la empresa.

INVERSORES ESPERAN RÁPIDO NOMBRAMIENTO

Las acciones de Cemex, que arrancaron la sesión perdiendo terreno, cerraron el martes con una ganancia marginal del 0.55% en la bolsa mexicana a 16.59 pesos, mientras en Nueva York subieron un 0.11 por ciento a 12.81 dólares.

Para algunos, la estabilidad en el precio de la acción fue muestra de la fortaleza de la empresa ante la coyuntura. Pero para otros aún falta disipar con claridad las dudas sobre el liderazgo.

"A mí me hubiera gustado que hubiéramos tenido una transición más ordenada", dijo a Reuters uno de los 20 mayores accionistas de la cementera, que pidió omitir su nombre.

"Como un inversionista fuerte en la compañía (...) sí estamos preocupados porque se haga con rapidez y velocidad, pensamos que hay más de una persona capacitada para tomar el puesto", agregó.

Algunos analistas consultados señalaron que los bancos acreedores de la empresa también tendrían una participación importante en el proceso de sucesión.

Y es que Cemex renegoció en el 2009 alrededor de 15,000 millones de dólares de su deuda con sus bancos acreedores, luego de que sus pasivos casi se triplicaron tras comprar a la australiana Rinker y sufrir una caída mundial en la demanda de cemento.

Pero desde entonces la compañía ha hecho malabares para refinanciar sus deuda y reducir su exposición con los bancos.

Zambrano, quien hace pocos días había dicho que no tenía previsto dejar el cargo porque aún tenía mucho por hacer, sostuvo recientemente que lo peor de la crisis ya había pasado y que era tiempo de empezar de nuevo a salir de compras.

"La empresa ha pasado por una historia tan interesante bajo la administración, no sólo del señor Zambrano, sino del equipo de talla mundial, que el valor de la marca de Cemex se mantendrá muy fuerte", dijo Robert Abad, de Western Asset Management en California.

nlb

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